Washington DC en visita relámpago.
1.-La llegada.
El viaje de Nueva York a Washington DC en tren es muy placentero. Son 3 horas y media para unos 350 kms. y en el convoy hay baños, posibilidad de caminar y estirar las piernas y coche comedor. La visión por las ventanillas es muy urbana e industrial tres cuartos del viaje, pero el último cuarto es hermoso con lindos campos y construcciones rurales.
Estábamos en Nueva York, de breve visita a nuestra hija Sofí, que está haciendo un curso de cuatro meses como intercambio de su Facultad, y decidimos viajar a Washington DC. Vicky está en Australia y vendrá en otro momento.
Hace unos meses, mi esposa Lucía y Sofí habían venido aquí desde Nueva York pero en uno de esos viajes relámpago que se hacen en el día donde uno sale al alba, ve mucho...de afuera y se queda con las ganas de saber qué hay adentro. Además hay mucho traqueteo en la combi de ida y de vuelta.
Ahora vamos a hacer un día y medio aquí quedándonos una noche a dormir en Washington DC.
La estación de tren es una obra de arte. Es un enorme edificio de la "belle epoque" con grandes salones, vitrales, pisos de mármol, restaurantes y estatuas. Una digna recepción para la ciudad capital del país y, además, queda muy cerca del Capitolio.
El tráfico de trenes es importante porque conecta con todo el país. Es curioso que todavía se mantiene la tradición de los púlpitos de lustrabotas.
A la salida se aprecia la Columbus Square, una plaza circular dedicada a Cristóbal Colón que ser repite en muchas ciudades de Estados Unidos. De allí tomamos un uber hasta el hotel para dejar las cosas y salir a caminar. Viajamos por ahora Lucía y yo, y Sofi viene esta tarde porque tiene clases en la Facultad.
2.-El National Mall y sus edificaciones.
Al salir del hotel caminamos hacia el National Mall, una gigantesca explanada abierta y verde franqueada por enormes edificios públicos y en cuyo trayecto, de tres kilómetros entre el Capitolio y el Monumento a Lincoln, se encuentran todos los edificios emblemáticos.
Fuera de ello se trata de una ciudad chica para Estados Unidos, de 600.000 habitantes, habitada principalmente por empleados públicos y con todas las embajadas del mundo presentes.
En el centro del Mall, está el Monumento a Washington que, en rigor, es el obelisco mas alto del mundo. A pesar de estar nublado emerge majestuoso sobre la Ciudad.
Es visitable en su interior pero hay que hacer reserva para subir por el ascensor y la escalera es demasiado larga. Muy cerca se encuentra una enorme fuente de agua que refleja su hermosura y comunica con el Monumento a Lincoln.
En un costado del Mall, a la altura del obelisco, se ubica la famosa Casa Blanca, residencia del presidente de EEUU.
Solo pudimos verla de afuera y a mucha distancia. Esta dentro de un enorme anillo de protección y solo admite visitas de personas vinculadas directamente con legisladores norteamericanos.
Ahora está presente Trump, que esta tarde va a pronunciar su discurso sobre el estado de la Nación en el Capitolio
Sí existe, cerca de la Casa Blanca, un Centro de Visitantes donde hay información, exhibiciones, visualizaciones y souvenirs.
Empezamos a caminar por el National Mall hacia la izquierda, buscando el área del Capitolio, la Corte Suprema y la Biblioteca Nacional.
Por suerte estaba lleno de "foodtracks", camiones con comidas de todo tipo, donde pudimos comprar algo.
Además de los edificios públicos, Washington DC es famosa por sus museos.
Pasamos frente al Museo de Historia y Cultura Afroamericanas, pero no entramos por falta de tiempo.
En los laterales del Mall vemos hermosos y gigantescos edificios públicos, como por ejemplo los destinados a oficinas de senadores y de los representantes.
3.-El Museo de Historia Americana.
Seguimos caminando y nos encontramos con el Museo de Historia Americana, el segundo más concurrido del Mall.
Como todos los museos, la entrada es gratuita y se formaliza por la web ya que están mantenidos por una institución sin fin de lucro "Smithsonian Institute"..
Al entrar hay una serie de salas muy interesantes.
-Presidentes de USA.
Esta sala ilustra sobre los diversos períodos presidenciales y las obras más destacadas de cada uno en una línea de tiempo. Sirve para ir viendo los cambios de las políticas interiores y exteriores y la existencia de presidentes famosos y de otros desconocidos para nosotros.
Hay una contigua destinada a las Primeras Damas y a sus historias, anécdotas y legados.
-Derechos Civiles.
Emociona y hace pensar esta sala con elementos de los derechos de libre expresión, libertad civil e igualdad.
Hay un sala titulada "El precio de la libertad", donde se exhiben imágenes, textos, armas, diarios, vehículos, videos y demás elementos sobre la participación de EE.UU en diversos conflictos bélicos de los siglos XX y XXI.
En particular son muy interesantes los salones sobre la Segunda Guerra Mundial y sobre Vietnam.
-Transporte y Comunicaciones.
En este sala se exhiben, al estilo Epcot de Disney, los diversos pasos en la historia de los transportes y las comunicaciones en una visita muy amena e instructiva.
-Latinos en América.
En esta Sala se destaca la cultura y costumbres de los primeros colonos de orígen hispanos con los que se encontró USA en su expansión, como así la situación anterior y actual de los inmigrantes latinos y señalando sus trascendentes aportes a la sociedad y a la cultura americanas.
4.-El Río Potomac y el pueblo histórico de Alexandria
Volvemos al hotel y nos encontramos con nuestra hija Sofía, recién llegada de Nueva York.
¿Qué hacemos de noche en Washington?
Nos recomiendan ir hasta el Warf y tomar un barquito por el Río Potomac. Eso hacemos.
El Warf o waterfront de Georgetown es un lugar muy lindo junto al río, con restaurantes y teatros. Nos hace recordar a Puerto Madero. Además la noche está despejada y hermosa.
La navegación principal se hace de día pero conseguimos un barco que sale a las 19 horas y vuelve a las 21 horas.
El viaje dura media hora y se puede ir apreciando la costanera del río Potomac con un hermosos paisaje luminoso donde sobresale el obelisco del monumento a Washington.
El barco nos lleva hacia el pueblo histórico de Alexandria, Virginia, que en algunas de sus casas, iglesias y negocios conserva la vida cotidiana del Siglo XVIII.
En Alexandria, del otro lado del río, con una hora y media de tiempo disponible, pudimos cenar sobre la vereda de una calle peatonal, cerca de antiguas mansiones, disfrutando de su mágico ambiente.
¡Un primer día inolvidable!
VIDEO: Te invito a ver un video de la navegación en el Potomac.A la mañana siguiente hemos reservado tickets para la visita guiada en español al Capitolio, que empieza 8.40 hs.
Llegamos y, en primer lugar, miramos el Palacio de afuera y es imponente. Tiene el tamaño e impresiona como si fuera el Vaticano a pesar de estar nublado.
Nos informan que se accede por unas rampas subterráneas que están atrás. Por suerte, hay cola pero pasamos rápido.
Entramos por un túnel posterior y recorremos hermosos pasadizos hasta llegar a una enorme sala donde son recibidos los visitantes.
El lugar está rodeado de estatuas imponentes
Al rato ya estamos con nuestro guía, Jason, un americano hijo de un colombiano y de una española quien nos va guiando por los diversos salones. Nuestro grupo es muy pequeño ya que solo se sumó una familia de Ecuador, de padre, madre e hijo.
En primer lugar vamos a la Sala de la Cripta, cuya estrella blanca en el piso marca las distancias de todo el país. Originariamente aquí estaba la tumba de Washington nos cuenta Jason.
Agrega que hay túneles abajo del Capitolio que lo conectan con todos los demás edificios de poder.
Luego nos muestra una maqueta donde se pueden visualizar perfectamente todos los edificios del National Mall.
Nos dice que solo los líderes políticos de cada partido tienen oficinas en el Capitolio y que el resto de los senadores y representantes tienen dos gigantes edificios a un costado, conectados también por túneles.
Los salones están llenos de estatuas donadas por los Estados a razón de dos cada uno. Se trata de personajes de la política, de la ciencia, del arte o famosos de cada lugar. Son hermosas y de grandes tamaños.
Agrega que en el año 1814, en una invasión inglesa, el Capitolio fue quemado y solo se salvaron las columnas por lo que todo tuvo que ser reconstruido.
Vamos ahora al Salón del Reloj, lugar que originariamente fue el asiento del Senado y luego de la Corte Suprema y hoy se usa para actos protocolares.
El Salón de la Rotonda.
Después subimos las escaleras y llegamos al Salón de la Rotonda, debajo de la enorme cúpula del Capitolio.
Es el lugar más lindo. Hay estatuas y enormes cuadros que retratan hechos significativos desde el descubrimiento de América hasta el fin de la Guerra Civil Norteamericana.
En la parte superior, y como borde de la cúpula, aparece una línea de tiempo con escenas históricas que terminan en el invento del avión por los hermanos Wright.
Sobre un costado, entre los cuadros hay una curiosa escultura donde están talladas en mármol las figuras de tres notables mujeres que promovieron los derechos de sufragio femenino.
En la cúpula está pintada, al estilo “Capilla Sixtina”, la “Apoteósis de Washington” por el italiano Constantino Brumidi.
Nos cuenta Jason que el Salón se usa para recibir a invitados ilustres que se fotografían en una puerta custodiada por las estatuas de Lincoln y de Grand y con la bandera de barras y estrellas como fondo.
VIDEO. Te invito a visualizar la hermosura del Salón de la Rotonda.
Gracias Eduardo por compartir tu viaje, tus experiencias y emociones!! Reviví mis recuerdos de tan hermosa ciudad y sus enormes edificios!! Mi primera visita fue a los 16 años y otra hace pocos años y siempre tuve impresiones muy movilizamos!! Muchos cariños!!
ResponderEliminarSoy Bibiana Kopita y me encantó tu relato! No quise ser anónima!! Ja ja
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