Entradas

Mostrando entradas de junio, 2018

Buenas Prácticas: Mantener activo el cuerpo

Imagen
10 . Mantener activo el cuerpo: Practicar actividades físicas y cuidar el cuerpo En su célebre novela Diario de la guerra del cerdo , publicada en 1969 y luego llevada al cine, Adolfo Bioy Casares nos relata una historia donde los jóvenes persiguen a los viejos acusándolos de “cerdos” (sucios, abandonados, babosos, etc.) y estos resisten como pueden y tratan de disimular su edad con los mecanismos de entonces (dientes postizos, peluquines, teñidos de pelo, etc.). Más allá de la inequidad del conflicto genera­cional planteado, en lo que a este ensayo se refiere, la novela demuestra dos cosas: Una, que en aquel momento los mayores de 60 años eran considerados viejos por la sociedad. Y la otra, que ellos mismos se consideraban a sí mismo viejos llevando vidas sedentarias e inactivas y observando comportamientos de falta de cuidado y abandono, lo que motivaba la califi­cación de “cerdos”. Lo que debe hacerse es precisamente lo con­trario. Es muy importante hacer en forma

Buenas Prácticas: Construir un espacio para los amigos

Imagen
11 . Construir un espacio para los amigos: Reuniones periódicas destinadas a compartir amistades viejas y nuevas El ser humano es un ser social que goza y se nutre de la relación con los otros. En esta etapa es muy importante poder cono­cer nuevos amigos y mantenernos en contacto con niños y jóvenes. Es fundamental tener vida social en el barrio, el club, el country o donde sea. Tener concertadas reuniones periódicas: diarias, semanales o men­suales, con familiares, amigos, compañeros o conocidos, cualquiera sea su objetivo: conversar, comer, asistir a un espectáculo, jugar a algo, ha­cer un viaje, tomar un café o para algunas de las actividades referidas en el punto 7. No es cierto que los verdaderos amigos son sólo los de la juventud. A esta edad se pueden también hacer excelentes relaciones personales desde los nuevos intereses. Es importante continuar entablando relaciones ya que la identidad se alimenta con la alteridad. Por su lado, al estar con niños, e

Buenas Prácticas: Apropiarse del mundo de hoy

Imagen
12 . Apropiarse del mundo de hoy: Vivir el tiempo presente como propio y aprovechar el mundo digital Es cierto que “a medida que pasan los años uno se da cuenta de que tiene más ayer que mañana y el pasado cobra mayor importancia” (Daniel Barenboim), pero no podemos estar mirando para atrás y hacernos pasibles del famoso comentario que hizo Borges sobre un crítico local: “Tiene todo el pasado por delante”. Creo que hay que vencer esa tendencia natural a pensar que “nuestra época” es aquella en la que fuimos jóvenes haciendo comparaciones que tienden a denigrar a la época actual y a la juventud de ahora. Es muy importante tomar conciencia de la convivencia, en la familia, en los amigos, en la so­ciedad, de las cinco generaciones que referimos en el capítulo II. No se trata de renunciar a nuestra concepción de la vida, propia de la modernidad, (*26) pero sí de entender y comprender a los que piensas en térmi­nos de posmodernidad, (*27) y lograr una convivencia arm

Buenas Prácticas: Vivir el aquí y el ahora

Imagen
13 . Vivir el aquí y el ahora: Aprovechar cada día porque el tiempo es el mayor tesoro Se suele decir “la vida es corta”, “pasa volando”. Sin embargo eso no es cierto, lo que ocurre es que perdemos el tiempo. Decía ya Séneca: “No tenemos poco tiempo sino que perdemos mucho tiempo. Así es: no recibimos una vida corta, sino que somos nosotros quienes la acortamos. Cada cual consume su vida en be­neficio de otro. Vivís como si fuerais a vivir eter­namente, jamás os acordáis de vuestra fragilidad, nunca reparáis en cuanto tiempo se os ha ido ya; lo malgastáis como si fluyera de un caudal pleno y abundante, cuando puede ser vuestro último día”. Por eso aconseja: “Agota cada día como si fuera el primero, arrebata el presente mientras promete el porvenir. El mayor impedimento de vivir hoy es la expectativa del mañana ¡Vive al día!”. (*28) La única forma de vencer el paso del tiempo es vivir cada momento con intensidad sin saltearnos nada y transformando las cosas que no n

Buenas Prácticas: Prever el futuro

Imagen
15 . Prever el futuro: Organizar una tercera edad segura en lo espiritual y material ¿Cómo te ves en diez o veinte años? ¿Cómo te gustaría estar en diez o veinte años? En el futuro está la vejez y es necesario “plani­ficarla”, o sea hacer las previsiones necesarias para que también pueda ser un período feliz. Es verdad que si llevás adelante las buenas prácticas antes de la vejez, es muy probable que esta te encuentre en buen estado y con una rutina confortable, que puede incluir dedicarte a escribir ( *33) o al menos a leer libros que te apasionen. ( *34) Sin embargo, el planeamiento del futuro es imprescindible al menos en tres niveles. En primer lugar, el nivel de la seguridad económica: debes contar con algún ingreso o renta mensual asegurada (*35) que eventualmente alguien te pueda administrar (*36) o tener el compromiso de tus familiares de que pagarán tus gastos de alimento, salud y vivienda. En segundo término, debes definir a las personas, familiares (*3

Buenas Prácticas: Ocio y espiritualidad

Imagen
8 . Ocio y espiritualidad: Emprender actividades que tengan un sentido gozoso o trascendente en sí mismas Después de los 60 es el momento de emprender actividades nuevas o retomar otras que alguna vez se empezaron, relacionadas con el ocio y con el espíritu. Pero ¿cómo definimos al “ocio”? Siguiendo al filósofo Josef Pieper, (*14) para poder conceptualizar al “ocio” debemos tener en cuenta su relación con el “trabajo” y con el “tiempo libre”. Así, podemos considerar “trabajo” a todo aque­llo que no tiene sentido en sí mismo sino que se hace para lograr otra cosa (producir bienes, contribuir a la riqueza, lograr dinero, etc.). El trabajo se define por servir a algún objetivo. Llamamos “tiempo libre o descanso” a lo que implica recuperar fuerzas entre trabajo y trabajo. Un respiro o pausa del trabajo para luego seguir trabajando: los fines de semana, los feriados, las siestas. Finalmente, consideramos como “ocio” a aquellas acciones humanas que no necesitan ser justi­fica

Buenas Prácticas: Redimensionar el trabajo

Imagen
7 . Redimensionar el trabajo: Quitar al trabajo del centro de nuestra existencia y dar lugar a otras actividades “—¿Cuándo te vas a retirar?” “—¡Nunca!”. Los hombres tenemos una tendencia a poner nuestro foco en el trabajo y en hacer de él el centro de la vida. También muchas mujeres lo hacen. Además, si nos va bien y nos gusta lo que hace­mos, el trabajo puede llegar a ser parte de nuestra propia identidad y nos resulta impensable dejarlo. Sin embargo el trabajo puede ser una gran limitante para el crecimiento emocional, cultural, social y espiritual. Es que así como nos da muchas cosas al mismo tiempo nos limita y circunscribe a una cierta acti­vidad en un cierto ámbito, con un cierto número de personas, ocupando la mayoría de nuestro tiempo útil e impidiendo nuestro desarrollo en otras áreas y en otros ámbitos. Además, llega un momento que el trabajo se termina (por la jubilación) o que es necesario de­jarlo para dar paso a alguien que lo pueda hacer mejor por tener

Buenas Prácticas: Sanar y estrechar relaciones familiares

Imagen
6 . Sanar y estrechar relaciones familiares: Reconciliarnos con quienes estamos distanciados y estrechar nuestros afectos La familia es lo más importante y valioso que tenemos y, como dice Correa Funes: “Mientras haya familias el individuo es una hipótesis más o menos a confirmar”. Sin embargo, en las familias hay muchas relaciones distanciadas o dañadas, a veces por hechos hoy insignificantes o que ya ni se recuerdan. Otras veces por el paso del tiempo o por diferencias ideológicas, herencias de los padres, resentimientos sociales o celos entre hermanos. En algunos casos hay padres o hijos que no se sienten debidamente reconocidos en sus esfuerzos o en su ayuda. Es muy importante aprovechar esta edad, don de se tiene plenitud, para reconocer el valor de las personas y establecer prácticas sociales que impli­quen reconocimiento y sanación de las relaciones. Transmitir nuestros mensajes pendientes: agradecer, reconocer, valorar, compartir sentimien­tos. Es fundamental

Buenas Prácticas: Ser generoso y solidario

Imagen
5 . Ser generoso y solidario: Ayudar a los que tenemos cerca y colaborar por un mundo mejor Practicar la generosidad y el altruismo nos hace sentir mejor al mismo tiempo que ayudamos a los demás. Además, pensar un poco en los demás es una manera de distraerse de los problemas de uno mismo (Kirk Douglas). Ser sensible a las necesidades de otros y actuar solidariamente contribuye también al propio bien­estar y al aumento de la autoestima. En el caso, la generosidad estará dada respecto de las personas que tenemos cerca: familia, amigos, vecinos. Por su lado, la solidaridad podría canalizarse por medio de alguna organización a la que nos integramos o a la que ayudamos. Podemos dar horas de nuestro tiempo o dar dinero, pero lo más importante en que pongamos interés por una causa solidaria. (*9) La elección de qué causa ayudar está en función de las percepciones y sensibilidades de cada uno. (*10) En las redes solidarias se encuentran todas clases de aplicaciones que va

Buena Práctica: Perdonar y pedir perdón

Imagen
4 . Perdonar y pedir perdón: Liberarnos del peso de los agravios recibidos o que otros nos atribuyen En las encuestas realizadas durante la investigación, lo que más costaba a los requeridos era el perdón. Se considera que para perdonar a alguien que sentimos (o creemos) que nos ha ofendido o agraviado se requiere que se arrepienta y pida perdón en una actitud honesta y, mientras eso no pase, no debe perdonarse. Sin embargo así no funcionan las cosas en el alma humana donde los malos recuerdos son “re­siduos radiactivos” (Alejandro Zambra) Como dice Chopra, “La fuerza más poderosa de la mente es el perdón. Las heridas se originan en el pasado pero se curan en el presente”. Las ofensas son piedras en una bolsa que cargamos a las espaldas. Si podemos soltar la bolsa y perdonarlas quedaremos liberados de ese peso. Y esto más allá de la voluntad del ofensor o de su arrepentimiento. El perdonar sin que el otro se arrepienta es un gesto magnífico que da paz al alma. Pero tam

Buenas Prácticas: Ser agradecido con la vida

Imagen
2 . Ser agradecido con la vida: Apreciar la mitad llena del vaso. Reinterpretar lo malo del pasado Es importante sentirse contento de todo lo bue­no que nos pasó a lo largo de su vida y que puede continuar pasando. Ver el lado lleno del vaso de la vida y no el lado vacío. En algunos casos una buena infancia ayuda y nos permite repetir la frase de Albert Camus: “El sol que brilló sobre mi infancia me privó de todo resentimiento”. En otros casos, podemos no haber tenido esa suerte y tendremos que adoptar una perspectiva integrada de lo bueno y de lo malo que nos pasó, para llegar a una comprensión. Es que con cierta perspectiva, saliendo del yo y mirando todo desde lo alto, lo que parece malo no lo es tanto y, en muchos casos, fueron lecciones que nos enseñaron muchas cosas. No olvidemos que la diferencia entre el “drama” y la “comedia” puede ser solo el tiempo que pasa desde el momento que acontece el hecho hasta el momento de su valoración, por lo que en el pre­sente,

Buenas Prácticas: Conocerse a sí mismo

Imagen
1)  Conocerse a sí mismo: Saber qué te motiva, qué te frena y a qué le tenés miedo “Conócete a ti mismo” es la enseñanza que predicó Sócrates durante toda su vida, atribuida al Oráculo de Delfos. Pasar los 60 puede ser una gran oportunidad para intentar conocernos más a nosotros mismos, para medir gustos y potencialidades. Para tal tarea la observación de los pensa­mientos, sin juzgarlos, es un importante punto de partida. También la observación de nuestras conductas ya que “el alma no tiene secretos que el comporta­miento no revele”. A esos fines he recolectado algunas preguntas disparadoras que he utilizado en mí mismo y pongo a disposición del lector: ¿Qué te mueve? ¿Cuáles son “tus fuegos sagrados”, las cosas que te mueven a levantarte cada día y dan sentido a tu vida? Si no tuvieras necesidad de trabajar, ¿a qué te dedicarías? ¿Qué te frena? ¿Qué es lo que dentro tuyo te impide hacer o lograr lo que querés? ¿Cómo medís el éxito en tu vida? ¿Qué orden ponés en