¿Te preocupa tu envejecimiento corporal?
Se sostiene que empezamos a envejecer desde el
momento del nacimiento y que se trata de un proceso al que nadie puede escapar.
Sin embargo, la ciencia está demostrando que el
envejecimiento corporal o biológico puede prevenirse, puede lentificarse, puede
detenerse e, inclusive y en ciertos casos, puede ser revertido.
Entonces el ritmo del envejecimiento depende también
de una decisión personal.
A esos fines, las recomendaciones y los recursos que
brinda la ciencia para prevenir o mitigar el envejecimiento son estos cinco:
1.-Dieta adecuada
“Tu alimento será tu medicina” enseñaba Hipócrates.
La nutrición debe evitar los tres grandes factores del
envejecimiento: la inflamación, la oxidación y la deshidratación.
La columna vertebral de una dieta saludable son las
frutas crudas, las verduras, los granos y las semillas. En particular avena,
zanahorias, ajo, hongos y radicheta.
Es importante consumir al menos un litro y medio de agua
por día.
Es bueno comer pescado dos veces por semana cuando
contienen Omega 3 como es el caso del salmón, el atún y la trucha.
También los períodos de ayuno producen un efecto de
rejuvenecimiento y refuerzo del sistema inmunitario.
No hay que mezclar hidratos de carbono (papas, pan, etc.)
con proteínas (carne, leche, semillas, frutas secas) ya que eso interrumpe o
prolonga la digestión.
Se recomienda la abstención de embutidos, gaseosas y la
cafeína o las xantinas de té o la yerba.
2.-Actividades físicas
El ejercicio físico es por sí mismo una fuente de energía, cuerpo y mente interactúan constantemente y sin descanso. Para evitar el envejecimiento es recomendable, hacer ejercicios con intervalos de alta intensidad y también ejercicios de fuerza debidamente controlados, siempre que resulte posible.
También se recomienda practicar deportes aeróbicos.
Incluso una actividad física moderada, como las caminatas, es suficiente para mejorar algunos problemas crónicos, como la diabetes o enfermedades del corazón.
3.-Dormir lo suficiente.
Es fundamental dormir siete o más horas. La falta de sueño acelera el envejecimiento.
4.-Incorporar “Suplementos”.
-“Suplementos vitamínicos”: Nuestra alimentación actual
contiene muchos alimentos envasados con preservantes y colorantes a lo que se
suma que los animales que consumimos son alimentados con hormonas, antibióticos
y grasas nocivas.
Aparecen, entonces, los suplementos vitamínicos para
compensar tales situaciones, a los que se denomina “Megavitaminas”, los que
deben ser recomendados por el médico. Tales suplementos deben también incluir a
los “antioxidantes”, que son
la primera línea de defensa contra los “radicales libres”, que son una de las
causas del envejecimiento, siendo los más usados la vitamina C y el Omega3.
-“Suplementos hormonales”, son los que permitan reponer
el estrógeno y la testosterona que se alteran durante la menopausia y la
andropausia.
-“Suplementos de aminoácidos”, son los formadores de proteínas, esenciales para el funcionamiento de todas las cédulas y tejidos y como fuente de energía.
-“Combustibles cerebrales”, son combinaciones de vitaminas y aminoácidos con ingredientes naturales especiales, sin ningún componente artificial, para nutrir al cerebro, combatir el stress, dormir bien, para superdeportistas, para estudiar, para estar más despierto y enérgico, más dinámico, tener mejor respuesta muscular, para equilibrar el sistema nervioso, etc.
5.-Tratamientos de “celuloterapia” o "revitalización biológica"
Estos
tratamientos buscan prevenir o detener el envejecimiento y tienen por objeto reemplazar o
reforzar estructuras íntimas de las células que han dejado de funcionar o se
hallan debilitadas. Es un real aporte de nutrientes y de energía directo al
núcleo de las células.
Consisten
en la incorporación de derivados de células, tejidos o glándulas provenientes
de fetos de animales con fines específicos de prevención, por medio
de inyecciones intramusculares o endovenosas, que deben ser realizadas por un médico
especialista, o por gotas.
En
forma complementaria a estas cinco recomendaciones, que deben tener respaldo
médico, deben hacerse los exámenes periódicos y completos de salud, por lo
menos una vez al año
Ahora que conocés todo esto ¿vas a tomar alguna
decisión sobre tu propio envejecimiento?
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