Eduardo Favier Dubois

Hoy hacemos el último tramo de nuestro viaje por "Capitales Imperiales". Ya hemos estado en Viena, capital de Austria, en Budapest, capital de Hungría y en Praga, capital de Chequia, habiendo visto también Bratislava, la capital de Eslovaquia. Antes habíamos estado por nuestra cuenta en Venecia. Salimos temprano para ir de Praga a Berlín. En pocas horas dejamos a la República Checa y entramos a Alemania, donde vuelve a regir el Euro. Ya en Alemania tenemos prevista una parada en Dresde, en el Estado de Sajonia. PASANDO POR DRESDE Es una ciudad que fue totalmente destruída por un bombardeo inglés al final de la segunda guerra mundial, donde fueron carbonizadas con fósforo 100.000 personas en un rato (“Operación Gomorra”).  Hoy se encuentra totalmente reconstruída en su forma original y pueden verse los majestuosos edificios de la época de Augusto el Fuerte, a mediados del siglo XVIII, y la estatua ecuestre de otro rey muy culto pero que nunca cabalgó: Juan de Sajonia, nos cuen

  Muy temprano salimos desde Budapest en el bus hacia Praga, continuando por nuestro viaje por "Capitales Imperiales" en el verano europeo.  Nuestro camino incluye una visita a Bratislava, la capital de la República de Eslovaquia, separada de la Checa en 1993 en una separación pacífica y única en el mundo. Nos cuenta el guía, a medida de que nos acercamos, que en Chequia, si bien son eslavos, tuvieron mucha influencia y población alemana. En cambio, en Eslovaquia, la influencia fue húngara. En el imperio Austro-húngaro, la división de trabajo era: Viena la administración, Hungría el granero y Checoslovaquia la industria. Ese rol industrial continuó durante el comunismo. Allí esta la fábrica de autos Skoda. Además, los checos inventaron la palabra "robot" y son la cuna de la genética.  PASANDO POR BRATISLAVA Ahora nos acercamos a la ciudad de Bratislava, que está muy cerca de la frontera con Austria y fue utilizada durante la guerra fría como centro de espionaje con