En Milán, la ciudad de la moda (5/5).



 


1.-LLEGADA Y LOS CANALES DE NAVIGLI

Llegamos a Milán de noche, luego de un largo día de viaje desde Cinque Terre, habiendo parado en Génova y en Pietra di Giorgi.

Hemos reservado un hotel para descansar un poco de los Airbnb, que tienen como ventaja el efecto de sentirse estar en una casa pero en los que no se descansa mucho ya que no hay ningún servicio.

Es tarde y queremos salir a cenar. En el hotel nos informan que tiene buen movida el barrio de Navigli y allí vamos.

Nos sorprende ver que Milán, al estilo de Venecia, tuvo canales navegables para el transporte comercial y de personas.

Llegamos al barrio donde están los dos últimos canales navegables de la ciudad.  

Nos informan que en el siglo XV Ludovico el Moro inició la construcción de una red de canales que conectaban con ríos de toda Europa, con un sistema de diques niveladores proyectado por Leonardo Da Vinci. Asi fue que incluso los mármoles de la Catedral fueron trasladados por agua desde lejanas canteras. 

Hoy es un lugar de bohemios, estudiantes y turistas donde hay una feria artesanal y gran movida nocturna que disfrutamos.

 

VIDEO: Una noche animada en el barrio de los Navigli al borde de los canales.




2.-LA HISTORIA DE MILAN.

Al día siguiente, en el hotel nos dan un lindo folleto con la historia de Milán.

Lo leemos mientras desayunamos y nos apabulla:

Era una colonia romana llamada Mediolanum, un nombre que no se sabe si es porque está en el medio del camino entre Roma y el norte, o por una leyenda que dice que los soldados vieron un jabalí muy raro, que tenía lana en la mitad del cuerpo y allí decidieron fundar la colonia.

Lo cierto es que, en la división del imperio romano, fue su capital en el año 292. Incluso fue aquí donde Constantino proclamó en el año 313 el famoso Edicto de Milán autorizando que se practicara la religión cristiana luego de siglos de persecución. No obstante, quedan muy pocos vestigios del dominio romano, sepultados por las culturas posteriores.

La ciudad, en la edad media, fue controlada por la familia Sforza y luego por los españoles y después por los austríacos. Cuando tuvo lugar la invasión napoleónica, Napoleón, que convirtió a la Ciudad en la capital de la República Cisalpina, se hizo coronar aquí mismo, en el Duomo, como rey de Italia. Luego de su caída la Ciudad vuelve a poder austríaco hasta la unificación italiana, donde fue, por un tiempo, capital del Reino de Italia. En 1919 Mussolini fundó aquí al movimiento Fascista. Durante la segunda guerra mundial fue muy afectada por los bombardeos anglo-americanos.

Hoy es la ciudad considerada como la capital italiana del comercio, las finanzas, el diseño y la moda.


3.-EL DUOMO.

Luego salimos para la Estación Central a tomar el metro para llegar al Duomo. El edificio de la Estación es imponente, propio de la época de Mussolini, pero la plaza presenta una manzana gigante intervenida como expresión del arte posmoderno que impregna a la ciudad.

En el viaje en el metro siento un cosquilleo cerca de los bolsillos, me doy vuelta y, de golpe, una pareja se baja del vagón. Casi me roban la billetera. Por suerte fue solo un susto que nos deja prevenidos.

La salida del metro y la contemplación del Duomo, que va apareciendo de a poco a cada paso, son un prodigio. Hay sol y luce con todo su esplendor.



Sacamos tickets para el paseo por los techos y la visita a la Catedral.

Nos informan que la construcción de la Catedral se inició en 1386 y llevó cinco siglos.

Subimos por ascensor porque estamos algo agotados de tantas caminatas y es el final del viaje.

Arriba hay muchos espacios para contemplar la Catedral de cerca y para ver los paisajes circundantes, que son muy lindos..



Nos llama la atención la cantidad de estatuas que existen en todos los lugares: en las cúpulas, en los costados y adentro. Nos informan que las contaron y que son 3.400.
Desde aquí también se puede observar, en el fondo, el perfil del barrio ultra moderno de la Porta Nuova con sus altos edificios.


Bajamos por escalera y salimos directamente al interior de la Catedral. Su tamaño es imponente, la tercera en el mundo luego del Vaticano y Sevilla, y las columnas gigantes. Tiene hermosos vitrales con múltiples simbologías.

Nos llama la atención la estatua de San Bartolomeo por la musculatura marcada de su anatomía con aspecto cadavérico.

Nos quedamos un rato contemplando y agradeciendo.



4.-LA GALERÍA VITTORIO EMANUEL II.

A un costado de la Piazza del Duomo se encuentra la Galería Vittorio Emanuel II, considerada  el “Salón de Milan”, lugar de encuentro de ciudadanos y turistas bajo una hermosa cúpula de hierro y vidrio que data de 1867

Su interior tiene forma de cruz y una plaza central octogonal. Hay negocios, bares, restaurantes y librerías, y conecta a la Plaza del Duomo con la plaza de la Opera de “La Scala”, donde esta la estatua a Leonardo Da Vinci. En su centro el mosaico representa a los escudos de Saboya y de las ciudades que fueron capitales del Reino de Italia: Milán, Turín, Florencia y Roma. 

En el escudo de Turín hay un toro y el rito de los visitantes es pisar y girar sobre sus testículos como una forma de convocar la buena suerte. Nosotros lo hicimos.


VIDEO: Te invito a ver un video sobre la Galería que es muy hermosa.


3.-EL TEATRO DE LA SCALA

Cruzando la Galería se sale a una Plaza frente a la cuál está la famosa "Scala" de Milán. Hoy es uno de los teatros de ópera más famosos del mundo. En su momento también se hacían reuniones sociales y comilonas en los palcos.





Cuenta la leyenda que cuando Sissí, la emperatriz del imperio Astro-húngaro, estuvo de visita y asistió a una velada especial de ópera en La Scala, los nobles milaneses, como rechazo al dominio austríaco, disfrazaron a su servidumbre de damas y caballeros y los mandaron a la función.

4.-LEONARDO DA VINCI EN MILAN.

Frente a la Scala está la Plaza en honor de Leonardo Da Vinci, donde está su estatua y la de cuatro de sus colaboradores.

Si bien Leonardo nació cerca de Florencia, pasó una parte importante de su vida en Milán, bajo el mecenazgo de Ludovico el Moro, de la familia Sforza, quien le encomendó, además de obras de arte, una serie de proyectos, tanto de defensa militar como de ingeniería hidráulica.

Aquí pintó, además, el famoso mural de "La última cena" que está en el refectorio de la Iglesia Santa María de la Gracia. Para visitarlo hay que pedir turno con mucha anticipación, así que nos quedó para otro viaje.

También hay un Museo de la Ciencia y la Tecnología "Leonardo Da Vinci" en Milán que tiene maquetas de todos sus inventos, como así creaciones modernas nacidas del ingenio de los italianos.

No lo visitamos, pero sí una exposición en un salón de la Galería Vittorio Emanuel II, donde mostraban réplicas de muchos de los artefactos diseñados por Leonardo y consignados en sus manuscritos, escritos de izquierda a derecha, luego condensados en el "Código Atlántico".


5.EL CASTILLO SFORZESCO

Ahora, caminando algunas cuadras desde la Piazza del Duomo, llegamos al Castillo Sforzesco.


Es una construcción de estructura medieval, levantada por Visconti, y luego reformada por los Sforza de modo tal que Ludovico la convirtió en Palacio. Posteriormente fue adaptada como fortaleza de defensa. Después estuvo un tiempo abandonada hasta que fue reciclada volviendo a su forma original.

El paseo interior es hermoso. Es muy grande para recorrer y presenta muchos patios, fuentes, salones y fosos.

En una de las fuentes los turistas se mojan los pies por el calor. La imagen es muy graciosa.

Saliendo por la puerta del fondo se accede al Parque Sempione que es enorme y tiene un lago, al estilo de nuestro Palermo.

Caminamos un largo rato por el Parque hasta un hermoso monumento. 



Es el Arco de la Paz, un arco de triunfo con una cuadriga en su cumbre. Fue encargado por Napoleón y terminado por los austríacos. Dice la leyenda que éstos cambiaron la orientación de los caballos, cuyas colas apuntan ahora hacia Paris.

Es muy hermosos y nos recuerda a la Puerta de Brandeburgo.



6.-A BORDO DE UN"HOP ON-HOP OFF"

Por la tarde tomamos un bus del tipo hop-on hop-off para tener una visión panorámica de los sitios que no vamos a poder visitar a pie por la falta de tiempo.

En primer lugar vamos a la zona de Porta Nuova donde se erige el Milán moderno y ecológico.

Hay todo un barrio ecológico y futurista llamado "City Life" con tres rascacielos emblemáticos.

Se destaca el edificio del "Bosque Vertical", con sus plantas en 110 mts. de altura y el equivalente a 20.000 mts. de bosque.


También vemos, entre varias torres la "Unicredit tower" de 231 metros, y los hoteles con frentes lumínicos multicolores.





Luego de varias vueltas pasamos por el Cementerio Monumental, cerca del centro, abierto desde 1866, con templos griegos, obeliscos y otras obras originales, considerado un museo a cielo abierto donde reposan todos los personajes históricos de Milán.zz

Seguimos nuestro viaje y pasamos por la plaza del hilo y la aguja. Un original y hermoso símbolo de lo que es la alta costura y la moda para esta Ciudad.


Muy cerca está el famoso "Cuadrilátero de la Moda", compuesto por varias manzanas donde tienen sus negocios las mejores marcas del mundo. En esa zona se ubica el Hotel Armani, único con la forma de la A que simboliza la marca.


 
En un momento pasamos por el famoso estadio de "San Ciro", y nos cuentan que juegan en el mismo como locales los dos clubes más importantes de la Ciudad, el Internacional y el Milan. A su vez que adentro hay dos museos separados con los trofeos de cada uno. Muy curioso.
El estadio es moderno e imponente.


Todo el recorrido somos acompañados por los tranvías, ese medio ecológico por excelencia.

Aquí tienen una larga tradición, desde sus modelos antiguos a los ultramodernos. Nos dicen que los tranvías que corren en San Francisco (USA), fueron comprados a Milán.


7.-LAGO DE CUOMO Y FRONTERA SUIZA.

Al día siguiente, nuestro último día completo, tomamos el auto y nos vamos para el Lago Di Cuomo, que está muy cerca.

El camino va subiendo rápidamente y cerca del lago ya empiezan las elevaciones. Del lago en adelante es montaña.

Lamentablemente es un día de tormenta y lluvia (el primero en nuestro viaje), lo que impide nuestro plan de tomar un barco e ir a almorzar al Bellagio.





Como consuelo, empezamos a avanzar con el auto por el camino circundante hasta que encontramos un hotel con restaurante y mirador donde paramos a contemplar la belleza del algo y de los pueblos de sus orillas, a pesar del día nublado.





Luego cruzamos la frontera a Suiza, que es muy cerca, entramos en Lugano para hacer algunas compras en un outlet que nos recomendaron. Nos llama la atención la falta de controles. Llevamos los pasaportes pero en la frontera se limitan a mirar los autos. Se ve que no nos consideraron sospechosos.

La lluvia sigue y produjo grandes desastres en Milán donde se cayeron árboles que obstaculizaron las calles.
A la vuelta, noche de despedida vamos a cenar al centro para volver a contemplar la belleza del Duomo iluminado. La vista no se cansa nunca y el corazón pide regresar.





Nota: Podés encontrar los otros relatos del mismo viaje, otros viajes, cuentos, reflexiones y crónicas en este mismo blog

























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