Eduardo Favier Dubois

Entre los 60 y 70 años de edad se produce en las personas una "crisis de identidad" derivada de los importantes cambios corporales, psicológicos, laborales, familiares y sociales que se experimentan. Algunos de esos cambios de situaciones son los siguientes: Menor energía, canas y/o pérdida de cabello, arrugas en la cara y en la piel, engrosamiento y/o flaccidez corporal   Dejar de trabajar, pérdida de vínculos laborales, pérdida de poder personal   Nido vacío, divorcio, separación o viudez   Muerte de padres y de otros ascendientes, tener que hacerse cargo de familiares mayores y/o de nietos sin sentir vocación para ser abuelo/a. Pérdida o alejamiento de amigos Sentir la discriminación por edad ¿Y cómo son las reacciones frente a esa crisis? Son muy diversas. La mayoría está desorientada: perdió la brújula y no tiene bien claro qué hacer o cómo sentirse ante diversas situaciones de esta etapa de la vida. A veces se retrae y se considera “viejo” para hacer

  Las zonas azules son regiones del mundo donde la proporción de personas que alcanzan los 100 años es curiosamente elevada en comparación con el resto del globo. Primero fueron identificados cinco lugares con esas características: la isla de Okinawa, en Japón; la isla de Icaria en Grecia; la isla de Cerdeña en Italia, la comunidad adventista de Loma Linda, en California, USA, y la península de Nicoya, región de Guanacaste, Costa Rica. Últimamente se sumaron tres zonas más: Vicambama, en Ecuador, Caucasia, en Georgia (antigua Unión Soviética), y Hunza, en Pakistán. A título de ejemplo, y tomando el caso de Cerdeña, desde hace décadas, biólogos y genetistas se precipitan a Perdasdefogu para tratar de descifrar el misterio de la longevidad humana. En ese pueblo perdido en las montañas de Ogliastra, en el centro de la isla, viven los nueve hermanos Consòla Melis, que totalizan 837 años de edad. Ese grupo -considerado por el Guinness World of Records como la familia más longeva del p

  El Cielo y la Tierra pasarán, la vida terrenal es finita y, quizás, siga en el más allá, el amor a tu pareja, amigos y familiares puede durar mucho o poco, pero hay algo que siempre va a justificar tu existencia: ser padre. Ese amor incondicional por tus hijos, criarlos, compartir sus sueños, poder enseñarles, poder cuidarlos y protegerlos en toda circunstancia, verlos crecer, abrazarlos, sentir su gratitud, son experiencias únicas del alma. Seas padre biológico o padre del corazón, la paternidad es siempre un acto voluntario de dar amor y de enseñar amor en un camino que nunca termina. Por eso hoy, los que somos padres, agradezcamos la bendición de poder serlo, y los que somos hijos agradezcamos la bendición de tener un padre, donde quiera que esté. ¡FELIZ DÍA DEL PADRE! Nota :  Podés encontrar los otros relatos, viajes, cuentos, reflexiones y crónicas en este mismo  blog