Una discriminación que confunde "edad" con "lucidez"

 


Si hubiera un problema con la candidatura de Biden para un nuevo período presidencial en USA radicaría en su estado de lucidez, pero nunca en su edad cronológica.

Sin embargo, las principales críticas apuntan a sostener que una persona de 82 años no puede estar capacitada para un nuevo período presidencial.

Esto implica una grave discriminación por edad, o “edadismo”, basada en prejuicios.

Es que, en rigor, tenemos cuatro edades diferentes.

Una es la edad “cronológica”, que se cuenta desde la fecha de nacimiento.

Otra es la edad “corporal”, marcada por el estado de tus órganos, la que varía en cada uno y depende en parte de la herencia genética pero, mucho más, del tipo de vida y experiencias de cada uno, incluyendo a las enfermedades padecidas.

En tercer lugar tenemos la edad “mental”, que se define por la lucidez, las actitudes y los proyectos de cada uno.

Finalmente, aparece la edad “social”, que es la impuesta por la sociedad y marca lo que se espera o no se espera de una persona según su edad cronológica.

En el esquema del siglo pasado, basado en la producción industrial, se consideraba que luego de la jubilación (60/65 años) empezaba la vejez con sus estereotipos de fragilidad, enfermedad y pérdida de lucidez, por lo que se expulsaba a los mayores de los trabajos y actividades relegándolos a una existencia “pasiva”.

Hoy la situación cambió y la “nueva longevidad”, impulsada por la ciencia, la medicina, la alimentación y la salubridad, impone una edad madura activa donde los mayores viven bien 20 o 30 años más que sus ancestros y están en situación de seguir haciendo muchas cosas, dependiendo de cada uno.

Es que la longevidad es muy diversa y encontramos personas de la misma edad con situaciones absolutamente distintas.

Algunos ejemplos ya están a la vista entre personas muy poderosas.

Tomemos el caso del Papa Francisco, que a los 88 años dirige la Iglesia Católica.

En el mismo Estados Unidos, Bernie Sanders tiene 82 años, al igual de Michael Bloomberg y Nancy Pelosi tiene 84 años.

En Inglaterra, la reina Isabel falleció a los 96 años después de 70 de activo reinado, el presidente de Italia, Sergio Matarella, tiene 82 años, el presidente de Palestina, Mahmud Abbas, 88 años, y el presidente de Camerún, Paul Biya, 91 años.

Además, hay muchos mayores que siguen dirigiendo sus negocios multinacionales como Warren Buffett (93 años), Los mismos años que Buffett suma George Soros. Otro personaje perteneciente al club de los 90 años y que en su caso intenta dirigir el mundo libre influyendo desde los medios de comunicación es Rupert Murdoch.

Entre los empresarios en actividad vinculados al cine y la moda pueden aquí mencionarse: Clint Eastwood (94 años), Gorgio Armani (89 años) y Woody Allen (88.

En el caso de Biden, podríamos admitir que se le impidiera participar en las elecciones si su estado mental no tuviera la lucidez necesaria para el cargo (lo que está controvertido), como a cualquier persona de cualquier edad.

Pero nunca corresponde excluir a ninguna persona solo por su fecha de nacimiento.


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Comentarios

  1. Absolutamente de acuerdo

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  2. De acuerdo lo único importante es el buen estado mental -

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  3. Hoy muchos más casos, Mirta Legrand por ejemplo que hace preguntas que muchos preferirían que no sea tan lúcida.

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  4. É um tema importante. É óbvio que associar o péssimo desempenho mental de Biden durante o debate com a idade dele, e generalizar isso, é etarismo. Por outro lado, não dizer que a idade é limitante em vários aspectos para o exercício da presidência de um país é não querer admitir nenhum limite ao exercício do poder, e há. Lucidez sim, mas várias faculdades biológicas condicionam o ser humano a lidar com sua própria degenerescência.

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  5. Totalmente de acuerdo.

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