
-Nunca un público de teatro tuvo adelante algo similar: escenario, artistas, mar, costa y volcán, nos dice la guía en el Teatro Griego
-Tenés toda la razón.
-No lo digo yo, lo escribió Goethe en su libro "Un viaje a Italia" en 1787.
-No se equivocó
1.-LA LLEGADA.
Salimos de Agrigento por la mañana en dirección al norte por una ruta que pasa por Catania.
Veníamos viendo al volcán Etna desde lejos y con bruma y teníamos ganas de verlo de cerca.
Averiguamos en google que había que ir hasta el pueblo de Nicolosi. Sin embargo, subir, ver y volver, nos iba a consumir unas tres horas y se nos iba a acortar mucho el día. Desistimos. Quedará para otro viaje, como tantas cosas...
En Taormina nos dirigimos al Hotel Lido Mediterráneo que está en la ruta sobre la playa.

El hotel es una construcción de los años 60, con varios pisos que van desde la recepción hacia abajo, terminando en el restaurante y la playa. No es nuevo pero es cómodo.
Almorzamos en el hotel. Las chicas se van a la playa y yo duermo un rato de siesta. Mas tarde bajo al mar.

La vista es hermosa y el día está muy lindo. Yo me meto al mar un rato y luego me cuido del sol.
Sigo leyendo mi libro "Nexus", de Harari sobre las redes de información y la inteligencia artificial.
Las chicas se van a caminar hasta estar frente a un islote cercano. Se ven algunos pequeños barcos y el mar está planchado.

2.-TAORMINA DE NOCHE.
Por la noche nos tomamos un taxi hasta el centro por comodidad. Es que hay muchas subidas, bajadas y curvas son aquí muy cerradas.
En el centro paseamos por la calle peatonal, el Corso Umberto I, desde la Puerta de Messina, al norte, hacia la Puerta de Catania, al sur. Está lleno de gente que pasea contenta y relajada.
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Llegamos a la Plaza IX Aprile que tiene una imponente vista al mar desde 250 mts. de altura.
. Nos asomamos y es una noche preciosa. Nos quedamos un rato en contemplación.

Allí cerca hay una Biblioteca del Municipio y allí nos cuentan que Taormina es, desde hace siglos, el balneario preferido por las sociedad europea
Es así que por Taormina pasaron Eduardo VII de Inglaterra, el káiser Guillermo II de Alemania, el zar Nicolás I de Rusia, escritores y filósofos como Goethe y Friedrich Nietzsche (quien escribió aquí Así habló Zaratustra).También el compositor Richard Wagner, el pintor Gustav Klimt, el psicoanalista Sigmund Freud.
Tremendo, tanta info nos abruma y al mismo tiempo nos encanta, sobre todo por una frase en una placa atribuida a Goethe: "es la mayor obra maestra del arte y la naturaleza".
Con esa frase en la mente seguimos paseando por la plaza.

Vemos diversos edificios históricos como el Palacio Ciampoli, con una amplia escalinata.

Y entramos a conocer la Iglesia Catedral de San Nicolás de Bari.

Vamos a cenar y comemos unos excelentes langostinos.
Volvemos al hotel.
Antes de dormir nos asomamos al balcón de la habitación y la imagen es hermosa.
Entonces, nos acordamos de la frase de Goethe.

3.-UN PASEO EN LANCHA POR LA COSTA.
Al día siguiente no hay que correr. Nos levantamos tarde, un rato de playa, almuerzo en el bar y luego siesta. El mar está un poco picado pero soportable.
A la tardecita sacamos una excursión en lancha que sale del puerto de Giardini Naxos, en lo que fue una población mas antigua que Taormina. Nos vamos en taxi hasta allá.
Cuando llegamos tenemos que esperar un rato hasta ubicar la lancha y que estén todos los pasajeros para la salida.

Nos embarcamos y vamos viendo los paisajes costeros con casas, vegetación y montañas. Muy lindos.

Hay también muchos veleros y buena onda y se pasa por la Isla Bella.

Aquí también la excursión comprende visualizar cavernas en el mar. La mejor es la famosa gruta azul.

VIDEO: Te invito a ver la Gruta Azul desde el agua..
El grupo que nos tocó es divertido. Somos once mas el capital y el tripulante. Charlamos, escuchamos música y tomamos tragos.
Mas adelante la lancha para y bajamos a hacer snorkel en una zona donde hay corales y muchos peces.
Muy cerca hay barcos anclados con gente bailando y tomando.
VIDEO: Te invito a ver un video del recorrido en la lancha.
El agua está deliciosa. Al menos nos dieron tubos para respirar (faltan las patas de rana).
Empieza a anochecer y la vista del sol y el mar es maravillosa.
La lancha empieza a volver al puerto navegando en forma paralela a la costa. De repente el capital y su ayudante gritan y señalan un bote que está lejos, mar adentro. También vemos que otras lanchas acuden al lugar. Tememos que sea un naufragio o algún accidente.
Cuando llegamos se disipa la duda.
Lo que hay son...¡delfines!.
Nos quedamos un rato largo persiguiéndolos y filmándolos. Son hermosos y graciosos. No se sabe si las lanchas los persiguen o si ellos persiguen a las lanchas.
VIDEO: Te invito a ver la persecución de los delfines.
4.-EL PUEBLO DE CASTELMOLA.
Ya vueltos al hotel decidimos ir a cenar a Castelmola, un pueblo que está colgado de la montaña unos kilómetros arriba de Taormina y muy recomendado por Michele, el primo de Lucía que vive en Calabria.
Alla nos vamos, en taxi por supuesto. Si la subida a Taormina es difícil esta es lisa y llanamente imposible para quien no sea del país.
El pueblo es chiquito y lindo. Al llegar justo hay una fiesta de casamiento al aire libre y nos quedamos un rato disfrutando su música.

Un carabinero que cuida el lugar y con el cuál charlamos un rato nos cuenta que el nombre del pueblo significa "Castillo con forma de muela". Muy gracioso.
Luego damos una vuelta por hermosas calles de piedra. Muchas son angostas y llenas de flores.
Hay escaleras que suben y escaleras que bajan.

Llegamos a la Plaza San Antonio que es el centro de la Ciudad.
Luego recorremos algunos negocios y terminamos cenando en un buen restaurante.

No nos impresionó tanto como recomendaba Michele pero puede ser porque el vino de día.
5.-TAORMINA DE DÍA.
A la mañana siguiente nos levantamos en nuestro último día en Sicilia. Tristes por eso pero contentos porque hay todavía mucho que ver. Además el desayuno frente al mar es muy estimulante.
Dejamos el hotel y, ahora sí, nos vamos con nuestro auto para el centro de Taormina. Son tan estrechas las calles y hay tantos autos que es imposible circular. Lo dejamos en un estacionamiento colectivo y hay un ómnibus municipal que circula desde allí hasta el centro todo el tiempo.
Ahora estamos de nuevo en la calle principal Umberto I.
Taormina es muy linda de noche pero la visita de día es incomparable.
La ciudad está hermosa y llena de gente.
Como primera medida, las chicas van a una zapatería que es muy especial. Te toman la medida y te hacen la sandalias en una hora. Las encargan y siguen de paseo para luego buscarlas.

Luego entramos a visitar al Palacio Corvaja, donde además de su arquitectura se desarrollan muchas actividades culturales. Tiene elementos clásicos, árabes y normandos y fue sede del Parlamente Siciliano en 1410.

Después pasamos por la Catedral y entramos nuevamente para verla con mas luz y tiempo.


Cuando llegamos a la Plaza IX Aprile hay mucha gente asomada viendo la panorámica de la costa y el mar.

En verdad es muy linda y nos quedamos un rato allí.

Seguimos caminando por el centro y en muchas vidrieras vemos cabezas de un hombre morocho y de una mujer blanca haciendo juego.
Preguntamos y nos cuentan que es por la famosa leyenda de la "testa del moro". Parece que en el siglo XI una joven descubre que su enamorado estaba casado y tenía hijos. Entonces, le corta la cabeza y la usa como jarrón para cultivar albahaca de modo que su amante permanezca con ella para siempre.
Quiero comprar un juego de recuerdo pero Lucía se opone.
Seguimos caminando y ahora pasamos por el Palacio Ciampoli y subimos las famosas escalinatas.

Ahora cruzamos por la Puerta del Medio, con la famosa torre del reloj.
Ahora nos detenemos en la fuente del Tauro, que tiene en su centro un centauro que es el emblema de la Ciudad.

Seguimos disfrutando de edificios históricos y en cada rincón se aprecian lindas vistas del mar


Ahora vemos, a cierta distancia, el Monasterio de San Domenico que hoy es un hotel cinco estrellas. Aquí se caso mi primo Michele, dice Lucía. Si, recuerdo, vinimos con Sofí chiquita.
Queremos entrar pero no nos dejan por no ser huéspedes. Nos da bronca.


6.-EL TEATRO GRIEGO.
Cerca de la Puerta de Messina está la subida hacia el Teatro Griego. Son pocas cuadras.
Hay filas de turistas para sacar la entrada al rayo del sol. Cuando nos toca nos ofrecen una visita guiada y la aceptamos.
Al final en el tour somos solo nosotros y una pareja de españoles muy simpáticos.

Nuestra guía era la misma que nos había ofrecido las entradas, pero sabía mucho y contestó todas nuestras preguntas.
Empezamos a recorrer las galerías mientras la guía nos va contando sobre la historia del Teatro.


Empieza contando que los griegos llegan a Taormina como sobrevivientes de Naxos, un pueblo cercano, y fundan la colonia a los pies del Monte Tauro. Nos dice que es el teatro griego mas grande de Sicilia después del de Siracusa. Su diámetro máximo es de 109 mts. y el de la orquesta de 35 mts. Tiene capacidad para 5.400 personas. Fue construido por los colonos griegos en el siglo II aC.
En época imperial romana el edificio fue modificado y ampliado y luego , en el siglo II, casi completamente reconstruído para dedicarlo al espectáculo de la lucha de gladiadores. Durante el período griego en la orquesta se ubicaba el coro.
En tiempos romanos se usaba como arena. La acústica era y es perfecta, la forma del teatro crea una caja de resonancia armónica que permite escuchar de cualquier lado lo que se dice en el escenario.
Es tan lindo el lugar que en un momento Federico II tomó como palacio imperial al edificio que está al lado del teatro. Hoy se sigue utilizando para todo tipo de eventos culturales.
Las vistas desde lo alto, de la Ciudad, del mar y del Etna, son incomparables.

Desde lo alto seguimos contemplando vistas increíbles sin cansarnos.


Damos una última mirada antes de volver al Centro.

VIDEO: Te invito a ver una panorámica de la costa de Taormina desde lo alto del Teatro Griego.
7.-DEJANDO SICILIA.
Terminada la visita, bajamos al Centro.
Después de almorzar, salimos para Messina a tomar el ferry que te lleva al continente.
El viaje dura una media hora y está todo muy sincronizado: la llegada de los autos, la entrada al ferry y el estacionamiento, la subida al bar, etc..
Es muy lindo ver las dos costas.
Miramos para atrás y vemos el Puerto de Messina. Nos vamos despidiendo a medida en que el barco avanza. Parte de nuestro corazón queda en Sicilia y nos prometemos volver pronto.
¡Será hasta el próximo viaje!
VIDEO: Te invito a ver un video del cruce de Messina a Calabria.
Nota: Podés encontrar los otros relatos, viajes, cuentos, reflexiones y crónicas en este mismo blog
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