¿Matar a los abogados y abogadas?

"Lo primero que haremos será matar a todos los abogados”, palabras que puso Shakespeare en los labios de Dick The Butcher (El Carnicero) uno de sus personajes de su obra "Rey Enrique VI". Frase lapidaria utilizada hoy día por algunos, como burla y denostación del trabajo de los abogados.

Sin embargo Shakespeare rinde en su obra un homenaje a los abogados y abogadas ya que Dick es un demagogo, un corrupto, un tirano. Matar a los abogados y abogadas era parte de su plan para construir un gobierno dictatorial.

Los abogados y abogadas son obstáculo para los tiranos. Los gobiernos tiranos pisotean la Constitución, violan los derechos humanos, los abogados y abogadas tienen el deber de defenderla. Por eso siempre les ha molestado, incomodado el ejercicio profesional de la abogacía. En Alemania, Hitler decía: “No descansaré hasta que el pueblo alemán acepte que ser abogado es una vergüenza”.

Ocurre que la abogacía es una profesión de servicio.
Servicio para proteger al ciudadano frente al poder del Estado.
Servicio para la defensa de los Derechos Humanos.
Servicio para proteger la libertad y los derechos del cliente.

El ejercicio de la abogacía puede ser al mismo tiempo una guerra, un juego y/o un arte. 
Una guerra porque en los pleitos hay vencedores y vencidos. 
Un juego porque hay reglas y la posibilidad de aplicar diversas habilidades para ganar. 
Un arte porque hay un espacio para la creatividad en los instrumentos legales, en los planteos judiciales y en las soluciones. 

En este día hago votos para que los conflictos dejen de ser guerras privadas y puedan ser conducidos hacia soluciones creativas, negociando y creando valor para ambas partes.
Por sobre ello, para que los abogados y abogadas comprendamos que lo primero que nuestro cliente necesita es comprensión, acompañamiento y contención espiritual. 
Y, además, ejemplo de rectitud y fe en el Derecho.
Todos sabemos que hay buenos y malos abogados y abogadas.
Que la existencia de los últimos no nos impida ver la noble misión de la profesión en la sociedad humana.

¡Feliz Día del Abogado y de la Abogada!