Abu Dabi, antigüedad y modernidad unidas (2/3)







1.-Hoy, en nuestro segundo día completo en Dubai, vamos a dedicar el día a visitar a un Emirato vecino: Abu Dabi.
Nos pasa a buscar la combi muy temprano. Somos los primeros y luego tenemos que buscar a otros turistas: una pareja de españoles, dos mexicanas, tres brasileros y dos argentinas.
Nuestro guía, que también es egipcio, se llama Walid y nos cuenta que el viaje dura una hora y cuarto y que iremos hacia el sur, bordeando al Golfo Pérsico.
El cielo está raro y nos dice Walid que hay tormentas de arena en el desierto. Vemos hileras de árboles al costado del camino para mitigar sus efectos.
Al rato pasamos por un reten militar de frontera donde nos controlan pasaportes y vacunación.
Durante el viaje el guía nos cuenta que Abu Dabi es el emirato más rico, que tiene el 75% del territorio de Emiratos y el 8% de la reserva petrolera de todo el mundo. Dice que "Abu Dabi" significa el padre de la gacela.
A medida que avanzamos vemos que el terreno es mas verde y hay más agua que en Dubai.
Al llegar a la ciudad nos dice el guía que está construída sobre 200 islas muy pegadas. Vemos que la edificación es baja, salvo algunos raros y muy modernos edificios.  Nos cuenta el guía que, a diferencia de Dubai, Abu Dabi es horizontal y tres veces mayor de extensión.


Nos cuenta Walid que el Jeque de Abu Dabi solo le interesa el turismo cultural, por eso ha construído la Mezquita y el Palacio más lindos del mundo. Además, hizo abrir una sucursal del Museo del Louvre, que es la única en el mundo del museo francés.

-Caramba, otra vez lo mejor del mundo, comenta Vicky en voz baja.

2.-Ahora nos acercamos a la Mezquita Zayed. Verla de lejos es imponente, con sus cúpulas y sus minaretes blancos.




Nos advierte Walid que adentro de la Mezquita solo pueden tomarse fotos en los lugares autorizados, que están prohibidos los gestos raros y que las personas no pueden tocarse, aunque sean parejas casadas.

En cuanto a la vestimenta, los hombres no pueden exhibir tatuajes. Las mujeres deben estar totalmente cubiertas, de modo que no se observen sus formas ni se vea el cabello.

-Nosotras vinimos preparadas, dice Sofía, mientras las tres se ponen encima de la ropa las túnicas que compraron ayer en el mercado antiguo. Las chicas de color negro, llamadas "Abaia", y Lucía una de color blanco.

Al bajar del micro es muy interesante la forma de ingreso a la explanada de la Mezquita porque tiene varios pasos. En primer lugar se entra por un huevo gigante.

Luego se baja una escalera y se llega a una especie de shopping subterráneo donde hay comida, bebida y todo tipo de negocios de regalos, artesanías y vestimenta árabe. Vemos un "Mac Donald" y un "Starbuck". También hay baños completos para higienizarse.

Se sigue caminando y se llega a unas largas cintas mecánicas a cuyos costados hay fotografías, dibujos y frases sobre el ecumenismo, la paz y las virtudes, en árabe y en ingles. Resulta grato ver una fotografía del Papa Francisco.



Al terminar la cinta hay que subir y se sale a la explanada de la Mezquita, que está rodeada de fuentes de agua. Es hermosa. Hay viento y a las chicas se les vuela la mantilla que les cubre el pelo. Los guardias les llaman la atención.





El guía nos va explicando que la Mezquita está hecha con piedras, materiales y elementos que simbolizan a las culturas de todas las mezquitas del mundo, que son distintas y se van adaptando a las costumbres de cada lugar. Que es la mezquita novena en el mundo por su tamaño. No tiene ningún dibujo ni pintura, conforme con la tradición islámica, pero las frases del Corán están escritas en oro. Agrega que solo se reza sobre la alfombra y que para las mujeres no es obligatorio ir a las mezquitas. El rezo se hace en tres posiciones sucesivas y cuando se besa el suelo se está dando gracias a Dios. Siempre hay que lavarse antes. Los imanes son los religiosos que trabajan en la mezquita, se trata de funcionarios de carrera que tienen por función hacer los cinco llamados, hoy por micrófonos, y dirigir los rezos.


Su interior es aún más hermoso, con lámparas gigantes de hermosos diseños. Vemos que el mármol blanco tiene incrustadas piedras de diversos colores formando hermosas flores. Nos cuenta Walid que la mezquita se terminó de construír en el año 2008, que caben 50.000 personas para rezar y que paradas entran un millón (sic).


3.-Al salir recorremos un poco la ciudad. Visitamos el barrio donde vive la familia real y nos dice el guía que no hay custodios porque el Sheik, que así debe llamarse y no Jeque, es muy querido por el pueblo. Tiene 78 años y sus mascotas son los caballos, los camellos y los halcones.

En el recorrido pasamos por un edificio imponente, es el "Emirates". Nos dice el guía que es un tradicional palacio convertido en un hotel de superlujo donde se alojan, entre otros, los representantes de países extranjeros que visitan Abu Dabi.

También nos señala el guía, a lo lejos, al Circuito de Fórmula Uno Internacional y nos cuenta que está en parte en una isla y en parte directamente sobre el mar. También esta el Mundo Ferrari. Es la meca para muchos amantes de ese deporte.


Nos cuenta Walid que la población nativa representa solo el 15% de los habitantes y que son los privilegiados ya que para ellos hay un seguro de desempleo de u$s 3.000, los sueldos mínimos son de u$s 6.000 y tienen cupos de nativos en los bancos y demás instituciones.

El país es un gran productor de palmeras de dátiles, con 42 millones de ejemplares.

Almorzamos en el Hotel Continental, sin alcohol, y conversamos con las dos mujeres argentinas, que son muy agradables y con las que descubrimos amigos en común (Que chico es el mundo).

A la salida Walid nos señala a una isla llamada la "isla de fuego" porque una enorme cantidad de petróleo del subsuelo emergió y la hizo arder durante muchos años. El 75% del petróleo está en el mar, nos dice el guia.

4.-Ahora ya estamos frente al Palacio Presidencial "Qasr Al Watan". El lugar es enorme con hermosas construcciones, un enorme patio decorado, columnas y cúpulas.


Desde afuera el Palacio es muy lindo. Nos cuenta el guia que se trata de un palacio nuevo recientemente abierto para las visitas del público.


Pero adentro es increíble. Parece una enorme catedral por su tamaño. Todo es grandioso y dorado.


Alberga muchos tesoros y regalos que se le hicieron al Jeque. Lo más llamativo es un huevo gigante, todo de oro, con una frase emblemática: "El bienestar no es tener dinero y petróleo. Eso es una mentira y no tiene valor si no está dedicado a servir al pueblo".


Nos quedamos un largo rato maravillados por esa belleza y ese lujo tan propios de Oriente. 

En uno de los salones se exhibe todo el conocimiento del mundo árabe en matemáticas, ciencia, astronomía, exploración, arquitectura, literatura y medicina, propias del la época dorada del mundo árabe, entre los siglos VIII y XIII. Es muy ilustrativa.

5.-Salimos del Palacio, subimos de nuevo a la combi, y nos vamos para el Museo del Louvre de Abu Dabi.

Es una estructura muy moderna de líneas blancas y rectas cubierta por una enorme cúpula oscura trenzada de metal que parece que uno estuviera en un paisaje estelar o en una nave especial.

El emplazamiento es muy lindo frente al Golfo Pérsico.



Adentro se encuentran piezas originales del Museo del Louvre de París, en un recorrido temporal, desde los comienzos de la historia con una pieza de 6.500 AC. como es la "Estatua de las dos cabezas".









Sobresalen los motivos orientales, principalmente del Cercano Oriente, como este relieve Persa del año 510 AC. 



Tiene además una sala muy interesante sobre obras de arte que aluden a las grandes religiones del mundo, en particular a las religiones del Libro: judía, cristiana e islámica.

6.-Terminada la visita, volvemos para Dubai.

Llegamos al hotel muy cansados y cenamos ahí mismo.

Nos quedamos pensando en los grandes contrastes entre la vigencia del mundo antiguo, a través de la monarquía y del islamismo, y el mundo moderno, representado aquí por la Fórmula Uno y el Museo.

Lo mas curioso es esa convivencia, aparentemente pacífica, como la paz que sentimos al atardecer, a la salida del Museo contemplando personas relajadas frente al mar.




P.D.: Podés seguir otros episodios de este viaje y las crónicas de otros viajes en este mismo blog. Muchas gracias. 

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