Dubai, donde todo es lo más grande del mundo (1/3)

 

Es nuestra primera noche en Dubai y estamos mirando la ciudad desde la “Ain Dubai” que es una rueda gigante o “vuelta al mundo” en una isla en la zona sur de la ciudad, sobre el Golfo Pérsico.

Estamos con Lucía, mi esposa, y mis dos hijas menores, Sofía de 20 y Vicky de 15, en unas breves vacaciones, en enero 2022, escapando del calor de Buenos Aires .

Si bien es invierno en el hemisferio norte, la temperatura  media aquí es templada y agradable.

Las cabinas de la Vuelta al Mundo son enormes y el recorrido demora más o menos media hora. La vista es encantadora porque se ven enormes edificios iluminados con distintos colores y el reflejo de las luces en el agua.

-Es muy parecida a la vuelta al mundo de Londres, me dice Lucía.

A nuestras espaladas se escucha una voz en perfecto español: "Esta rueda es el doble de tamaño que la de Londres”. Quien nos habla es un jóven de aspecto paquistaní que integra el reducido grupo con el que compartimos la cabina.

Al bajar comienza un espectáculo de fuegos artificiales sobre el agua. Sofía y Victoria, mis dos hijas, quedan encantadas. Lucía, mi esposa saca fotos. 

 

-Esto se hace todas las noches, nos dice ahora el paquistaní que sigue a nuestro lado. Luego agrega “Esta isla es artificial, como todo acá en Dubai”. No le contestamos, estamos un poco cansados para iniciar una conversación.

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Habíamos llegado esa mañana a nuestro hotel después de un viaje que empezó a medianoche del lunes en Buenos Aires, duró todo el martes y terminó el miércoles por la mañana en Dubai, luego de una larga parada en San Pablo y de  una escala y cambio de avión en Estambul. Todo salió bien, gracias a Dios, y estamos contentos y agradecidos por ello, pero muy agotados y con un terrible jet lag por las siete horas de diferencia.

La recorrida desde el aeropuerto al hotel se hizo toda con un paisaje muy moderno: anchas autopistas, muchos autos y altas torres de las más variadas formas arquitectónicas.

El chofer que nos fue a buscar era hindú y su acompañante era un egipcio, de nombre Amed. 

Él nos contó que Dubai es uno de los siete países que integran a los “Emiratos Ärabes Unidos”, creado hace cincuenta años. Que se trata de monarquías y que la religión es el “Islam”. Que son países con mucho dinero derivado primero del petróleo, pero también del comercio, de las inversiones inmobiliarias, las finanzas y el turismo.  Que si bien el país más rico es Abu Dabi, el más famoso es Dubai por sus atractivos para el turismo y para las inversiones inmobiliarias. Además, porque Dubaí tiene una serie de records en materia de cosas más grandes del mundo. 

-¿Qué cosas?, preguntó Vicky.

-Ya te vas a ir enterando, contestó Amed.

Nos contó que la vida aquí es muy cara pero está mejor que en Egipto. Él, como muchos trabajadores extranjeros, comparte habitación con otras tres personas en un departamento, con varias otras habitaciones, que le cuesta u$s 400 por mes. Eso le permite ahorrar dinero y mandarlo a su familia, a la que visita un mes por año.

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Ahora, luego de los fuegos artificiales, paseamos un rato por el lugar. Vemos a un árabe local, aparentemente rico, luciendo su hermosa túnica blanca y jugando orgulloso con sus hijos. La escena nos da ternura.

Cenamos comida india y nos vamos muy cansados a dormir.

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Hoy ya es otro día y nos vienen a buscar puntualmente al hotel para una visita al Dubai moderno.

Nuestro guía se llama Mido, y también es egipcio, oriundo de la ciudad de Guiza donde están las pirámides famosas. 

Nos cuenta Mido que en su país las carreras de turismo en las universidades tienen mucha antigüedad y que se enseñan todos los idiomas del mundo. El optó por el español, entre otros.

Dice que le encanta Dubai, está muy contento de trabajar aquí y admira al Jeque, que le parece una persona muy inteligente y bondadosa.

Nos dice que nos va a mostrar muchas cosas que están en Dubai y que son las mas grandes del mundo. 

Primero nos habla de la "Ain Dubai", al rueda más grande del mundo de 210 metros de altura, 48 cabinas y con capacidad para 1.750 personas.

-Si, anoche estuvimos ahí y nos encantó, dice Sofía.

Luego nos muestra la red del Metro, que es la más grande del mundo, al igual que su estación central. Se trata de trenes ultramodernos que corren en las alturas y no tienen conductores sino que es todo automatizado.

Agrega que fue inaugurado el 9 del 9 de 2019 por la Ministra de la Felicidad, que es una joven de 22 años miembro de la familia real, lo que demuestra su preocupación por la felicidad del pueblo. Dice que entre los 20 ministros hay cinco que son mujeres.

Luego la camioneta se estaciona frente a un canal en medio de la ciudad, donde hay todo tipo de embarcaciones. 

-Esta es la marina artificial más grande del mundo. Esta zona en el año 1990 era un desierto y hoy hay más de 300 edificios de más de 300 metros de alto. Bordeando el canal hay paseos de ambos lados y todo tipo de comercios y servicios. Es la llamada "Marina Walk", nos dice Mido.

Paseamos un rato por las orillas y vemos la torre más retorcida del mundo, como corresponde. 

Mientras paseamos nos cuenta que el petróleo de Dubai se está acabando pero que el Jeque ha creado otras fuentes de ingresos permanentes como la construcción inmobiliaria, las finanzas, el comercio y el turismo. 

Volvemos a la camioneta y, luego de un largo recorrido, como todos aquí, llegamos a una estación de tren de la que sale un monorriel.

Nos explica que vamos a ir a la Isla de la Palmera, la isla artificial más grande del mundo pero la mas pequeña de una serie de tres islas, dos todavía en construcción. La constructora se llama "Nagil" (palmera) y su dueño es el Jeque, que también es dueño de la mayoría de las empresas.

Nos cuenta que el Jeque tiene 73 años y está muy vital bebiendo leche de camella, que es como un viagra natural. Tiene 25 hijos, de seis mujeres distintas. Ahora vive con una sola y hay una muy famosa que se escapó a Londres, se divorció y le hizo una demanda millonaria. Al Jeque le gustan los caballos, tiene 1.500 ejemplares y un gran número de estatuas ecuestres de oro en tamaño natural.

Agrega que cada Jeque, al asumir el cargo, designa a su sucesor, que tiene que ser de la familia real pero no necesariamente su hijo mayor sino el pariente más capacitado para gobernar.

La estructura de la isla imita a la de una palmera, con un tronco central y 17 ramas donde hay canales y casas, cada una con salida al mar, en medio de arrecifes de coral. Viven aquí, o al menos tienen casas, las personas mas ricas del mundo nos dice Mido. Está rodeada por una estructura rompeolas. La arena se extrajo del lecho del mar y las piedras se trajeron de otros emiratos.

Hacemos el recorrido por el monorriel y vemos que todo está en su lugar, las casas, los árboles, los negocios, las escuelas y los servicios públicos. Nos hace acordar a la película "Truman Show". 

Al finalizar el recorrido, vemos a lo lejos al Hotel Atlantis. Es hermoso y nos cuenta Mido que tiene la suite mas cara del mundo de 900 mts y de un costo de u$s 33.000 la noche. 

Muy cerca hay un parque acuático y, además, se encuentra el acuario más grande del mundo por el número de ejemplares: 66.000. 

Más adelante vemos el camino hacia el Hotel de la Vela, que imita a un barco. Nos dice que es el hotel más caro y mas elegante del mundo. Queremos entrar a conocerlo pero es solo para huéspedes.

Dejamos la zona de la isla y nos llevan a un mercado antiguo, que hoy tiene negocios boutique con cosas de alta calidad. Nos dan ganas de comprar todo, pero son cosas muy caras y difíciles de llevar.

En la puerta vemos uno de los tantos autos de marcas premium que circulan por aquí.

Ahora estamos en la camioneta yendo hacia un shopping donde está la pista de ski artificial más grande del mundo. Bajamos y la vemos. Es realmente sorprendente.

Muy cerca está el shopping mas grande del mundo, el que recorremos a vuelo de pájaro.

Al lado está el edificio más alto del mundo, la torre Burj Khalifa, de 830 m. Es imponente.

 Tenemos un ticket y subimos por un ascensor en el que te proyectan juegos de luces mientras viajás. Llegamos al piso 124 con una excelente vista. Lo recorremos y sacamos fotos. La visión, desde arriba, es imponente.

En seguida nos damos cuenta que no estamos en el tope y queremos subir hasta allí pero nos dicen que el ticket nuestro no llega y que tendríamos que pagar una considerable diferencia. Nos frustramos un poco y pegamos la vuelta.

Almorzamos muy cerca, frente a la "Fuente Dubai", una fuente de agua, juegos de chorros y música, la más grande del mundo.

Volvemos al hotel a descansar. Las chicas  se van un rato a la playa. 

Por la noche salimos a caminar por la "Marina Walk", que está cerca del hotel y cenamos en el Dubai Mall. Fuimos a un lugar de comida italiana pero, oh sorpresa, no servían vino. Suele pasar en los lugares que no son exclusivos para turistas.

Volvemos al hotel cansados pero contentos.

Antes de acostarnos, las chicas nos pasan el listado de las cosas más grandes del mundo que vimos entre ayer y hoy: el edificio más alto del mundo; el shopping más grande del mundo; la noria mas grande del mundo; La Palmera, que es la isla artificial más grande del mundo; la marina artificial más grande del mundo; la pista artificial de esquí mas grande del mundo; el metro más largo del mundo con la estación más grande; el hotel mas caro del mundo, el Hotel de la Vela; la suite más cara del mundo en el hotel Atlantis; y la Fuente de Dubái, la más grande del mundo.

Tanta grandiosidad nos abruma. Ahora vamos a dormir. Mañana será otro día. 

Cerramos los ojos pero la hermosura de la noche en esta ciudad sigue en nuestras retinas.

P.D.: Podés seguir otros episodios de este viaje y las crónicas de otros viajes en este mismo blog. Muchas gracias.