De Purmamarca a Salta Capital (6/6).
1.-En Purmamarca.
Amanece en Purmamarca y luego de desayunar dejamos el hotel, que está en una zona alejada del centro pero llena de alojamientos de mucha calidad.
A diferencia de Humahuaca y de Tilcara, es un lugar mucho mas pequeño, acogedor, refinado y con mucho movimiento y color.
Vamos hasta la plaza principal donde se encuentran todo tipo de vendedores de artesanías y productos regionales. También hay un negocio exclusivo de prendas autóctonas.
Es hermoso el pequeño Cabildo con grandes arcos blancos construido en homenaje a la Revolución de Mayo.
Muy cerca se encuentra la Iglesia de Santa Rosa de Lima, que era del siglo XVII y fue reconstruida en 1778. Un cerco de adobe la rodea con dos arcos. El estilo arquitectónico es mudéjar y tiene un campanario cuadrado. Fue declarada Monumento Histórico Nacional.
Adentro es muy acogedor y hay cuadros con la vida de Santa Rosa, un púlpito de madera, vigas de cardón y un par de estatuas cuzqueñas. Se prohíbe sacar fotos, pero converso con la cuidadora, dejo un donativo y me permite sacar una sin flash.
El gran atractivo es el Cerro de los Siete Colores que se puede apreciar mejor subiendo a un mirador que cobra $200 de entrada.
Arriba la vista es hermosa. Un lugar imperdible!!!
Bajamos y pido ir al baño en un comercio. La tarifa son $ 100.
2.-Las Terma de Reyes.
Dejamos la Quebrada y nos vamos hacia el sur para un lugar muy famoso que hace tiempo quiero conocer: las Termas de Reyes.
Salimos de la Ruta 9 y tomamos a la derecha un camino muy lindo entre Yungas, que son selvas subtropicales en medio de las montañas y la aridez del altiplano.
Esta zona se llama Reyes porque según la tradición aquí tomaban baños de agua caliente los reyes incaicos del Curacato Inca de Casabindo que eran los que dominaban la región.
El punto central es el histórico Hotel Termas de Reyes. Nos cuesta encontrar la entrada de autos porque está en una curva mucho antes del edificio.
Adentro nos cuentan su historia: fue inaugurado en 1939 como hotel, casino y SPA, fue un hogar de niños durante el peronismo, luego estuvo cerrado, se reabrió y pasó por sucesivas manos.
Hoy está en manos de un concesionario privado, tiene pileta para los huéspedes y brinda también servicios de baños termales a los no alejados. Nos cuentan que en invierno hay mucha nieve y por momentos está cerrado.
El interior es señorial y está muy bien decorado combinando lo antiguo con tecnología moderna.
Estamos en un lugar especial que fue sucesivamente disfrutado por originarios, conquistadores y patriotas. ¡Nos encanta!
Después de algunas hora llegamos a Salta Capital. La entrada es hermosa y la ciudad muy linda. Ocurre que como ayer fue la fiesta de la Virgen del Milagro, todo los alojamientos están completos y solo pudimos conseguir una habitación en un hotel lejos del centro que se llama "Tramas Andinas". No obstante nos atienden muy bien.
4.-El Cerro San Bernardo.
Luego de instalarnos, Dicky se queda a descansar y Carlos y yo, nos vamos para subir al Cerro San Bernardo, uno de los paseos típicos de la Ciudad.
Llegamos al parque y hay una larga fila para subir al Cablecarril. Mientras esperamos se acerca un lustrabotas y se ofrece a lustrarme las zapatillas por $3.000 y con dos semanas de garantía. Es muy gracioso y acepto. Quedan muy bien en el momento. Increíble (claro, el lustrado duró un par de horas pero no tengo a quien reclamar).
Al llegar a la oficina de cobro veo que para los mayores de 65 hay una tarifa reducida. ¡Vamos todavía con la protección de los Mayores! Lo gracioso es que como Carlos, que tiene 72, no llevaba los documentos le cobraron completo como si fuera un pibe. Lo pagó muy contento.
Mientras subimos leemos un folleto que dice que el Cerro tiene una altura de 287mts sobre la Ciudad de Salta, que la subida se hace en 8 minutos. A la ida nos acompaña un joven policía de Buenos Aires y a la vuelta tres hermanas correntinas de Virasoro. Todos nos cuentan que vinieron a Salta por la fiesta de la Virgen y que fue muy emocionante.
Vemos que también se puede subir en auto o a pie por unas largas escalinatas.
En la cima hay un complejo de cascadas, jardines, bares y negocios de artesanía.
Desde arriba se ve toda la ciudad y en el atardecer se congrega mucha gente en unas gradas.
Tomamos un café y disfrutamos el paisaje.
Es un paseo habitual de vecinos y de visitantes. ¡La mejor forma de conocer Salta!
5.-La Casona del Molino.
Nuestro compañero de colegio, Ricardo de origen salteño, nos recomendó este lugar como la mejor peña de Salta.
Llamamos para reservar pero estaba todo completo. Igualmente nos indicaron que podíamos ir minutos antes de las 21 hs. y hacer la fila para el cupo de los "sin reserva".
Allí fuimos. Leemos en un folleto que el lugar tiene una historia: formaba parte de una estancia denominada "El Molino" y luego fue hospedaje, posta, taller de carruajes y proveeduría de ramos generales.
Al llegar hay una fila de dos cuadras de gente esperando para entrar. Dicky, por su estado, no puede esperar y va a conversar con el custodio de la puerta. Después de un rato, nos hacen entrar primero. El "efecto Dicky" sigue operando.
Adentro la Casona tiene muchos salones y dos grandes patios. Todos están decorados con motivos musicales y folklóricos. En todos hay guitarras y gente que, por turnos, interpreta diversas canciones. Algunos se ve que son contratados. Otros son del público.
La comida básica es carne a la parrilla y las famosas empanadas salteñas. Conversamos con un grupo de mendocinos que la mesa de al lado, que también vinieron por la fiesta de la Virgen.
Es una noche mágica donde sentimos muy vivos al folklore y sus tradiciones.
A la mañana siguiente, luego de desayunar, dejamos nuestro hotel y vamos a dar un último paseo por la Ciudad de Salta.
Hoy termina nuestro viaje y tenemos que devolver el auto y tomar un avión a Buenos Aires después del mediodía.
Nos vamos primero para el Mercado Artesanal porque Carlos, como una asignatura más de su "curso para hacerse gaucho" necesita comprar algunas prendas.
El edificio del Mercado es imponente, con una gran fachada colonial, y en su interior hay salones con exhibiciones y salones de ventas.
En uno de sus patios un viejo telar da cuenta de las tradiciones.
De todos modos, los buses de turistas paran enfrente donde hay otras tiendas con buenos precios.
Allí Carlos compra ponchos, porta mate y unas llamitas para llevar de regalo a sus nietos.
En el local nos explican que los "ponchos" tienen aperturas para la cabeza y las "ruanas" no. Otro aporte al "curso de gaucho".
Pasamos por un hotel rodeado de gente, en su mayoría jóvenes acompañados por sus padres y nos cuentan que hay un concurso de baile.
6.-La Catedral de Salta.
Llegamos a la Plaza y vemos el hermoso Cabildo.
Enseguida, frente a la misma plaza principal, vemos la fachada de la Catedral, que es imponente y está rodeada de gente.
Cuando entramos, está por empezar una misa y la iglesia está llena. Muchas personas conversan entre sí, otras buscan lugar o rezan en silencio.
"Hay pájaros en el templo", me dice Dicky y tiene razón. Es hermoso verlos volar y escucharlos cantar, como si se unieran a los rezos.
Vamos caminando hacia adelante para ver las imágenes del Señor del Milagro y de la Virgen del Milagro.
Me encuentro con una persona conocida, vicepresidenta de APADEA que también vino en peregrinación y me cuenta la historia: las dos estatuas fueron encontradas flotando en Perú, cerca de Lima con una leyenda de que estaban destinadas a Salta, a donde fueron remitidas en 1592. En la Catedral ya había estatuas de Jesús y de María por lo que aquellas fueron guardadas. Cien años después mientras la Ciudad temblaba con el terremoto de 1692 se encontró a la estatua de la Virgen señalando al Señor. Sacaron al Señor en procesión por el pueblo y el temblor cesó. De allí quedó el culto a las dos estatuas. Luego el milagro se reiteró en otros temblores.
Hoy la devoción es muy grande y con motivo de la celebración del aniversario de la Virgen, el 15 de Septiembre, acudieron miles de peregrinos de todo el país. Pasada la celebración, vemos que persiste el fervor. ¡La Fe mueve montañas!
7.-El Museo Arqueológico de Alta Montaña (MAAM).
Tomamos el auto y nos vamos al aeropuerto, que queda cerca de la Ciudad.
Devolvemos el rodado, hacemos el chek-in y almorzamos.
Mientras comemos reflexionamos sobre el viaje.
Los lugares fueron hermosos y conocimos muchos hechos de la historia y de la cultura del país que tuvieron lugar en el Noroeste: el asentamiento de los primeros habitantes originarios, la llegada de los Incas, la conquista española, las Guerras Calchaquíes, las guerras de la independencia, las luchas entre unitarios y federales y hasta las consecuencias de la Guerra del Pacífico.
También pudimos apreciar grandes obras de otros tiempos que nos llenan de orgullo.
Todo salió bien, estamos felices y nos sentimos bendecidos y agradecidos.
Aquí termina este historia.
¡Será hasta el próximo viaje!
Nota: Podés encontrar los otros relatos del mismo viaje, otros viajes, cuentos, reflexiones y crónicas en este mismo blog
Maravilloso imágenes de los viajes...gracias dr.eduardo...
ResponderEliminarGracias por tu comentario
EliminarUn recuerdo invaluable
ResponderEliminarMuchas gracias Carlos.
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