Recorriendo la Toscana (3/5)
Desde arriba la vista es imponente y justifica el esfuerzo.
2.-SAN GIMIGNANO.
Enfilamos hacia el sur-oeste con rumbo a San Gimignano.
Después de una hora de viaje por lindos caminos, divisamos al pueblo sobre una colina. Se caracteriza por su enorme cantidad de torres.
Todo el pueblo es peatonal y los estacionamientos cercanos están llenos por lo que debemos ir a uno de un costado. Después de estacionar subimos por un ascensor hasta una rampa y de allí por pasillos hasta las calles principales del pueblo. Como siempre, busco un baño que, al final, consigo. Rigurosamente hay que pagar un euro. Además, como curiosidad, cabe anotar que los lavabos y los inodoros tiran agua "a pedal".
Empezamos a caminar por la calle principal y es hermosa. Todo es medieval. Hay dos plazas importantes, una es la Plaza de la Catedral. La otra es la Plaza de la Cisterna, donde se recolectaba y proveía agua a todo el pueblo.
Almorzamos y sacamos fotos.
Nos informan que en el medioevo la torre era signo de poder, de riqueza y, también, de seguridad. Cuantas más torres tenía un pueblo más importante era.
Ademas, en el caso de San Gimignano, se trataba de una parada habitual en el camino de los peregrinos que venían del norte de Europa hacia Roma, lo que le dió cada vez mas importancia en el tiempo. Hoy todavía se mantienen pinturas y mosaicos religiosos en las calles.
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3.-LUCCA.
Una hora y cuarenta minutos después llegamos a la hermosa ciudad de Lucca. Vamos viendo desde afuera sus famosas murallas.
Leemos que fue una ciudad importante en el medioevo, en base a su floreciente comercio y que durante el siglo XIV había capturado a Pisa y a Pistoia. Luego declinó y con la llega de Napoleón quedó bajo dominio francés hasta la unificación italiana.
Aquí, al ser una sola noche, no vamos a un Airbnb y nos alojamos en un hotel. Es el albergo "San Martino", que en su momento fuera la casa de un músico importante y se encuentra dentro de la ciudad amurallada, en el casco histórico, que es básicamente peatonal.
Salimos a caminar y pasamos por la Plaza de la Catedral, que tiene una hermosa torre de campanario.
Continuamos por unas callecitas y pasamos por la Plaza Napoleón, que es donde se celebran festivales internacionales casi todos los días de verano (salvo hoy).
Finalmente, arribamos a la Plaza San Michelle, la más importante y bonita con una iglesia espectacular coronada por una estatua del Ángel.
Seguimos nuestro camino hasta un lugar donde está la estatua de Giacomo Puccini, nacido en Lucca y el personaje mas famoso de la Ciudad. Leemos que es el autor de música barroca más interpretado del mundo.
En la estatua aparece con un cigarro (pucho) en la mano, lo que nos causa gracia.
Se hace la noche y cenamos en la Hostería San Giorgio una comida típica de la Toscana y luego nos fuimos a dar un paseo por las murallas que rodean a la ciudad antigua que, en rigor, es un largo sendero elevado y arbolado de unos cuatro kilómetros ideal para caminar o andar en bicicleta a todo hora.
A la vuelta, camino al hotel, vemos a la Plaza de la Catedral iluminada. Es hermosa.
4.-BUSCANDO LA HISTORIA DE UN BISABUELO: "ALESSANDRO LOCCI".
Al día siguiente, luego de comprar algunos souvenirs, vamos a cumplir con uno de los objetivos accesorios del viaje: ubicar el lugar donde estuvo de niño mi bisabuelo, Alessandro Locci. Él vino a la Argentina de muy joven y, luego de progresar, armó negocios de importación de aceites desde Lucca viajando muy seguido. También vamos a ver si encontramos algún pariente vivo cuyo dato tenemos.
La información que tengo es que Locci nació en un barrio llamado Cappanori. Lo encontramos y vamos a su iglesia, que es grande, linda y está casi abandonada. No hay nadie en la sacristía y los vecinos nos cuentan que el cura va solo una vez por semana pero advertimos que es usada para conciertos.
Busco y al final encuentro la pila bautismal donde debió ser bautizado Alessandro.
La toco y es una forma de comunicarme con él.
Tiene buena energía el mármol. Es muy emocionante.
Salimos de la Iglesia y nos vamos a buscar la casa de un primo del que tenemos información vivía en la zona. Se llama Angelo Rafaello Borracini y está en un pueblo llamado Route.
El caminos se hace largo, luego asciende, después empiezan curvas y contra curvas. Al final llegamos al pueblo y buscamos la casa.
La vemos pero es muy angosto el lugar y tengo que estacionar más arriba.
Cuando llegamos hay un señor mayor pero no es el tío Borracini sino otra persona, el señor Luiggi Puccio, quién compró la propiedad hace veinte años y es dueño de varias casas que alquila en temporada a turistas suizos. Nos cuenta que el tío falleció a los 99 años y no quedan parientes en el pueblo.
La decepción era esperable pero fue muy bueno encontrar la casa.
El paisaje que rodea al pueblo es muy hermoso y lo apreciamos al irnos alejando rumbo a Pisa.
5.-PISA.
Muy cerca de Lucca, a unos 40 minutos de auto, está la ciudad de Pisa.
Leemos que la ciudad fue una colonia etrusca y luego romana, que tuvo su máximo esplendor en los siglos XI y XII cuando su puerto y un gran comercio la convirtieron en una de las potencias marítimas del mediterráneo.
La declinación empezó cuando fueron derrotados por los genoveses en 1284, a lo que siguió la obstrucción del puerto por los sedimentos. Desde entonces pasó a estar bajo control de Florencia.
Desde 1343 tiene Universidad y en ella estudió Galileo Galilei quien desde la torre inclinada experimentaba la caída de los objetos.
Fue bombardeada por los nazis y por los aliados, pero el centro histórico, llamado Campo de los Milagros, se salvó en forma milagrosa (¡vaya congruencia!).
Es difícil estacionar y hay mucho tránsito pero, al final, conseguimos un parking cerca de la entrada.
Una vez que se pasan las murallas la vista del complejo edilicio, en un tono blanco románico, es extraordinaria y deslumbra al espectador.
Es el Campo de los Milagros, donde están el Baptisterio, el Camposanto, la Catedral y el Campanario, que es la famosa Torre de Pisa.
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La gran atracción es la Torre inclinada y los turistas juegan a tomarse fotos “sosteniéndola”.
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Queremos subir a la torre inclinada pero hay turnos con acceso limitado, por seguridad, y recién podremos hacerlo a las 17 horas.
Almorzamos y luego recorremos los otros edificios.
En primer lugar el Baptisterio con uno de los extraordinarios púlpitos tallados en piedra de Pisani en su interior.
Luego vamos a la Catedral.de estilo románico-pisano con columnas orientales. Es muy hermosa.-
Adentro, con un Cristo oriental en el fondo, a un costado está la tumba del emperador Enrique VII y también hay otro hermoso púlpito de Pisani.
Nos impresiona el cuerpo casi incorrupto de San Raniero detrás de un cristal. Un verdadero milagro de permanencia.
Después vamos al Camposanto, un cementerio gótico al que se trajo, de la Cuarta Cruzada, tierra de Jerusalén para que los muertos descansen en "tierra santa". Cuenta la leyenda que en esa tierra los cuerpos se vuelven esqueletos en un día.
Es hermoso con tumbas romanas y modernas. Sufrió un incendio y está parcialmente restaurado.
Sobresale una pintura en la pared llamada "El triunfo de la muerte", pintada luego de la peste negra de 1348. Es impresionante.
Finalmente podemos hacer la subida a la torre inclinada. Previamente debemos dejar bolsos y mochilas y en un locker.
La torre se inclinó durante su construcción y luego se siguió desplazando. Hace unos años la apuntalaron y hoy puede visitarse subiendo 200 escalones pero en rigurosos turnos de grupos pequeños. Las campanas son imponentes pero no se tocan por seguridad.
La inclinación se siente al subir y al bajar como una ligera perdida de equilibrio y algo de mareo como si entráramos a otra dimensión. Arriba ves todo el complejo y te sentís en otro mundo!!!
La vista circundante es muy hermosa y dan ganas de quedarse allí para siempre.
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Al bajar vemos una obra nueva de arte contemporáneo que nos llama la atención: "El ángel caído". Una alegoría con múltiples interpretaciones posibles.
Ya es tarde y debemos seguir nuestro viaje. Ahora hacia La Spezia, pero esa será otra crónica.
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