Buenas Prácticas: Ser agradecido con la vida



2 . Ser agradecido con la vida: Apreciar la mitad llena del vaso. Reinterpretar lo malo del pasado

Es importante sentirse contento de todo lo bue­no que nos pasó a lo largo de su vida y que puede continuar pasando.

Ver el lado lleno del vaso de la vida y no el lado vacío.

En algunos casos una buena infancia ayuda y nos permite repetir la frase de Albert Camus: “El sol que brilló sobre mi infancia me privó de todo resentimiento”.

En otros casos, podemos no haber tenido esa suerte y tendremos que adoptar una perspectiva integrada de lo bueno y de lo malo que nos pasó, para llegar a una comprensión.

Es que con cierta perspectiva, saliendo del yo y mirando todo desde lo alto, lo que parece malo no lo es tanto y, en muchos casos, fueron lecciones que nos enseñaron muchas cosas.

No olvidemos que la diferencia entre el “drama” y la “comedia” puede ser solo el tiempo que pasa desde el momento que acontece el hecho hasta el momento de su valoración, por lo que en el pre­sente, con otra perspectiva, podemos hacer una apreciación distinta del pasado.

Tengamos en cuenta que si bien el pasado no se puede cambiar sí podemos cambiar nuestra interpretación de los hechos y ver su lado positivo.(*6) Ya decía Niesche: “No hay hechos sino inter­pretaciones”.

En definitiva, siempre habrá cosas de nuestra vida para estar agradecidos (a Dios, a la existen­cia, a la suerte) y para rechazar una actitud de resentimiento o queja que nada nos aporta y que solo puede perjudicarnos.

Elijamos mirar lo bueno y agradecer cada día.

(*6) “El tiempo no es un ladrón porque primero nos dio lo que luego nos quita. No se puede cambiar el pasado pero sí aprender del mismo”, cita de la película Alicia a través del espejo.

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