Transitando, ahora, la Ruta 66.
Hoy es un gran día
porque vamos a dejar de visitar Parques y a transitar por la Ruta 66.
Salimos temprano del
Grán Cañón hacia Williams. Luego tomamos al autopista 40 hacia el Oeste hasta
que aparece el esperado cartel: “próxima salida Ruta 66”.
Es la localidad de
Ash Fork, donde la pisamos con mucha emoción. Empezamos a transitarla pero,
lamentablemente, llegamos a un lugar donde el pavimento está destruido y nos
vemos obligados a volver a la autopista.
Finalmente, llegamos
al pueblo de Seligman, que hoy es un museo viviente de homenaje a la Ruta 66 y
a la cultura popular de los años cincuenta y sesenta.
Es así que en pocas
cuadras, existen una serie de edificios e instalaciones que recuerdan aquellos
años dorados. Son muy interesantes la arquitectura, la ambientación, los autos,
motos, muebles y aparatos de época.
Bajamos de la camioneta y empezamos a caminar.
Visitamos un lugar donde se
mantienen un grupo de edificios típicos de un pueblo de Oeste, un clásico Salón-bar tan
común en esas películas, así como un hotel y una gasolinera. Es el "Histórico Ruta 66 General Store".
Luego vemos una fachada con la gran
bandera que pertenece a la tienda The Historic Seligman Sundries.
En su exterior encontramos todo tipo de camionetas y coches clásicos
americanos. El frente del edificio está completamente cubierto de
objetos de estilo retro relacionados con la ruta. Todo bien
conservado, colorido y divertido.
En las calles no hay
mucha gente. Algunos turistas franceses y un ómnibus de excursiones. Vemos
bajar a un matrimonio de personas mayores que se mueven con dificultad. Los
vemos emocionarse. Quizás estuvieron aquí en los años dorados de la ruta y en
sus propios años dorados y han vuelto a recordarlos. Nos emociona también.
Seguimos caminando y unos pasos más
adelante se encuentra Return to the 50s Museum. Es todo muy vintage, que nos hace retornar
a los años 50. Otro lugar imperdible es The Rusty
Bolt, con manequíes donde se pueden ver y comprar objetos retro,
así como el Route 66 Motoporium, un
negocio con coches de época en la entrada y un wc encima de un coche.
En una esquina hay una combi de
color celeste donde todos los turistas estampan sus firmas. Lo hicimos.
Otro sitio
muy interesante para visitar es Angel &
Vilma Delgadillo’s Route 66 Gift Shop & Visitor’s Center.
Luego, y dado
que nos dicen que aquí no existe más un pavimento con el emblema de la Ruta, nos
sacamos una foto recordatoria en la esquina del Cooper Cart.
Finalmente, vamos
al “Road Runner” (correcaminos), un bar temático del personaje de la serie con
muchas cosas para ver y comprar. Allí hicimos compras y tomamos una cerveza.
Ahora estamos
recorriendo la ruta 66 hasta el pueblo de Kingsman, donde termina el tramo. El
camino está en buen estado y el paisaje es variado, con montañas, desiertos y
valles. Paramos en el “Antares Point”, donde nos llaman la atención una serie
de estafetas postales y de esculturas de hierro, como así un wolkswagen de
época.
Por fín, llegamos a Kingsman y tomamos la autopista hacia el norte. Después de un rato llegamos a la famosa Presa Hoover, en el límite entre Arizona y Nevada, y paramos para visitarla.
La presa es
hermosa, con un claro estilo “art decó”, y una organización para el visitante
como si fuera una atracción de Disney.
Nos dice Dicky
que el “art decó” nació entre las dos guerras y que se inspiró en las líneas rectas
de descubrimientos arqueológicos como fueron la tumba de Tutankamón y los
edificios del Machu Pichu.
En el centro
de visitantes, el guía Robert, nos informa que la presa es de hormigón de
arco-gravedad y se construyó durante la época de la Gran Depresión,
entre 1931 y 1936, completándose dos años antes de lo previsto.
Antes de la construcción de la presa, la cuenca de Río del Colorado se
desbordaba cuando se derretía la nieve de las Montañas Rocosas lo que ponía en peligro a las comunidades agrícolas río abajo.
Además la construcción de una presa haría posible la extensión de la
agricultura de regadío en la zona seca
y un suministro constante de agua para Los Ángeles y otras
comunidades de California del Sur.
El arquitecto Gordon B. Kaufmann fue contratado para diseñar el exterior y aplicó el estilo
de Art Decó que mencionamos, con torrecillas
esculpidas. Es una de las
obras de ingeniería más importantes del siglo XX, y con una longitud de 380
metros, una altura de 220 metros y una anchura de 200 metros en su base, es una
de las presas más grandes del mundo y dio origen al Lago Mead.
Actualmente la
Presa Hoover suministra electricidad a los estados de Nevada, Arizona y el sur
de California y es visitada por más de 1 millón de personas anualmente.
Agradecemos a Robert e, impresionados por esos datos y por la belleza de la presa, de las montañas circundantes y del espejo de agua del Río Colorado, seguimos viaje hacia nuestro destino, un pueblo cercano al Valle de la Muerte para pasar la noche.
Para eso tenemos que pasar por Las Vegas pero sin
entrar a la ciudad, combinando las diversas autopistas. Mientras lo hacemos
vemos el perfil de la ciudad a los lejos y de sus hermosos edificios de casinos.
Es el momento del atardecer y la visión es encantadora.
Una hora después, ya de noche, llegamos a nuestro
destino: el pueblo de Pahrum, que es lo más cerca que encontramos de la entrada
del Valle de la Muerte.
En la carretera de entrada al pueblo se ven grandes
carteles ofreciendo “Cannabis” y de Casinos.
El cuarto del hotel que reservamos es grande y la
tercera cama, que siempre es fuente de discordia entre nosotros, se cumple con
un cómodo sofá-cama.
Hacemos un rato de internet y, cuando salimos a
comer, ya está todo cerrado.
Nos preocupamos pero nos informa el conserje que nuestra
única posibilidad es ir al café de algún casino, que son los que están abiertos
toda la noche.
Cansados de tanto andar nos dormimos en seguida con
la satisfacción de haber cumplido nuestro propósito: transitar la Ruta 66.
5/7. En este mismo blog podrás leer otros capítulos del viaje, relatos de otros viajes, cuentos y crónicas. http://eduardofavierdubois.blogspot.com/
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