En Beijing, la capital del Imperio Chino (1/7)

-Su marido parece un Buda, le dice a Lucía la guía china mientras estamos en el minibus.

-Por que?

-Porque tiene la cabeza afeitada, su cara es redonda y sonríe todo el tiempo, contesta.

Todos nos reímos.

Estamos en nuestro primer día en Beijing en un transfer, con nuestra guía en español llamada "Lluvia".

Es una mujer de mediana edad, muy simpática.

Es enero 2024 y estamos empezando un viaje familiar a China y Japón, con mi esposa Lucía y mis dos hijas menores Sofi (22) y Vicky (17). 

Ayer llegamos a Beijing después de un largo viaje. Tomamos un avión de Bs.As. a Estambul que hizo una parada, sin bajarnos, en San Pablo en un viaje de 16 horas. Luego descansamos un día en Estambul para hacer 9 horas más y poder llegar aquí a Beijing. O sea que fueron un total de 25 horas arriba del avión.

Por el sistema de husos horarios, hay 11 horas de diferencia con Buenos Aires, pero conforme con el globo terráqueo, China es el punto más lejano y opuesto a nuestro país.

El paso por migraciones fue raro. Yo había sacado la visa china y mi familia tenía los pasaportes europeos. Al pasar cada uno por una máquina, bajo la atenta mirada del oficial chino, se escuchaba una voz en el idioma del pasaporte con las instrucciones de donde poner el dedo, la foto, etc. ¡Notable!!!

Anoche, luego de instalarnos en el hotel, salimos a dar vueltas por el centro y caminamos por una peatonal muy linda y elegante. 

Nos sorprendieron las estatuas callejeras y los adornos luminosos en todos lados.

1.-LA GRAN MURALLA CHINA

Ahora estamos yendo a visitar un tramo de la gran muralla China que está cerca de Beijing, a una hora de viaje.

La visita es hermosa en una mañana con nieve. La vemos serpentear entre montañas y precipicios hasta que se pierde la vista.

Subimos un tramo, agarrados de las barandas para no resbalar y con una temperatura de menos 7.

Después de un rato estamos cansados, helados y soñando con un café caliente. 

De golpe, aparece un negocio a la derecha donde venden café. Una especie de milagro chino. Entramos y relajamos un rato.

Seguimos subiendo un tramo. Mirando para atrás todo es hermoso.

Al volver a la base nos cuenta Lluvia que la función de la Muralla era impedir las invasiones de las tribus nómades del norte La primera muralla fue construida en el siglo V AC y después, en el año 210 AC, el primer emperador, Qin Shihuang di, construyó una línea de fortificaciones que abarcaba toda la frontera.

No obstante, la muralla no pudo impedir en el siglo XIII la conquista por los mongoles de Gengis Kan, la que llevó a su nieto Kublai Kan a ser emperador de China y fundar la dinastía Yuan. Recién en 1368 los mongoles fueron destronados por la dinastía Ming, la que construyó una nueva Gran Muralla, donde se sustituyó la tierra compactada por una combinación de zócalo de piedra y alzado en ladrillo.

La muralla llegó a medir 20.000 kms. de largo. Mide 7 mts de altura y 5 mts de ancho de promedio. Era también un camino para las tropas de defensa que vivían en torres dentro de las murallas.

Es una de las siete maravillas del mundo y estamos encima de ella.

Sentimos que tocamos la historia!!!

Te invito a ver un breve Video:

2.-EL BARRIO DE HUTONG.

Por la tarde nos llevan al barrio de Hutong, que es uno de los que conservan la arquitectura tradicional china, anterior a los monobloques comunistas, y un lugar de paseo.

En nuestro caso, bajamos del minibus y nos hacen subir a unos triciclos a sangre humana. No nos gusta para nada la idea pero no hay opción. 

Sentimos que los derechos humanos todavía están lejos.

De todos modos los choferes bicicletean contentos. En un momento paran y nos hacen bajar para ver una pista de patinaje donde todos andan con triciclos de hielo. Es linda y todo el mundo parece feliz.

Nos quieren sacar fotos pero preferimos no hacerlo. No nos gusta la explotación humana aunque estamos involuntariamente participando de ella.

Luego seguimos un rato el recorrido por lindos lugares.

La calle está muy animada y Lluvia nos muestra las casas de los funcionarios del emperador, cuyo rango se marcaba por la cantidad de vigas que sobresalían en las puertas.

Después, vamos a visitar una casa tradicional china que también funciona como negocio. Los dueños se dedican a la pintura y al arte de la caligrafía, muy importante aquí. Conversamos con la dueña, con la Guía como intérprete, y nos cuenta su historia. Luego pasamos al local para ver algunas láminas. Son hermosas. No compramos nada porque sentimos cierta presión.

Luego damos una vuelta por un barrio que está muy animado.

No hay mendigos en ningún lado y todo el mundo fuma en la calle muy a gusto.

Finalmente, volvemos al hotel. Nos desmayamos por el jet-lag y el cansancio del viaje.

Antes de dormir comprobamos que curiosamente, a pesar de la falta de libertad de expresión, los whatsapp de los celulares siguen funcionando cuando estamos con gigas. No así cuando nos conectamos a una red de "wi-fi", donde están bloqueadas una serie de aplicaciones occidentales, incluyendo Google. 

Por las dudas habíamos bajado la aplicación de "WeChat", que nos sirve para conectarnos con los guías y demás personas locales.

3.-LA CIUDAD PROHIBIDA.

Al día siguiente, muy temprano a la mañana, vamos para el lado de la Ciudad Prohibida.

La entrada no es fácil. Hay muy largas colas, donde somos los únicos occidentales, y varios cacheos y controles para entrar a la Plaza Tienanmen, peor que en un aeropuerto.

Nos recuerda Lluvia que en este lugar hubo protestas en el año 1989 y una gran represión. La plaza es muy grande y en el centro esta el monumento a los Héroes. 

A sus costados se ubican el gran Palacio del Pueblo, el Museo Nacional y la tumba de Mao Tse-tung.

Hace mucho frío y hay viento. Nos congelamos. En un momento vemos un negocio y entramos a comprar bufandas, gorros y guantes. Pedimos "cubre cuellos", pero no hay.

Luego llegamos al acceso de la Ciudad Prohibida, llamada así porque nadie podía ingresar sin permiso del emperador.

Nos cuenta Lluvia que la ciudad prohibida está rodeada de un muro de 10 mts. de altura y cercada por un foso de 52 mts. de ancho. En su interior hay 90 complejos palaciegos con 8.700 habitaciones. Impresionante.

Nos cuenta Lluvia que la Ciudad fue construida entre los años 1406 a 1420 por la dinastía Ming y albergó a 24 emperadores hasta la revolución republicana de 1910.

Dice que el último emperador se llamaba Puyi, y era un niño que fue depuesto por una revolución encabezada por el jefe del ejército. Tuvo una vida tumultuosa reflejada en la película “El último emperador”. Durante un tiempo fue emperador títere de los japoneses en Manchuria. Luego fue castigado por la revolución comunista y murió en el olvido. 

Agrega que la Ciudad fue tomada e incendiada, primero por las potencias europeas en la Guerra del Opio y luego durante la invasión japonesa, siendo siempre reconstruida.  

La misma es enorme y consta de sucesivos palacios imperiales, grandes patios y escaleras monumentales. 

Entre los palacios serpentea un hermoso canal, hoy de agua congelada. 

Nos cuenta Lluvia que a este lugar llegó Marco Polo en 1271 y que estuvo veinte años al servicio del emperador, que entonces era Kublai Kan, un nieto de Gengis Kan, en momentos en que China era vasalla del imperio Mongol. El nombre de china en Europa era el de Catai

Seguimos caminando y en el fondo están los palacios de alojamientos para el emperador, su corte y sus concubinas. 

El rojo y los dragones, tanto el dragón-perro como el dragón-tortuga, símbolos tradicionales de la suerte y del poder, predominan en todos lados. 

En los laterales hay salones con exhibiciones de objetos históricos y tradicionales. Vemos entre ellos el símbolo de la longevidad y una estatua de su dios chino "Shou Xing".

Nos llaman la atención niñas y jóvenes vestidas con trajes tradicionales. Nos cuenta la Guía que lo hacen para divertirse y sacarse fotos y que los trajes corresponden a los típicos de las distintas dinastías. Estas que vemos son Manchurianas.

La recorrida es extenuante y dura unas tres horas. Debería haber una cafetería para hacer una pausa en el medio. 

Igualmente, está colmada de un público local entusiasmado y orgulloso que se saca fotos en todos lados. Muchos usan abrigos que llegan por debajo de la rodilla y barbijo que, nos dicen, es por el frío (esperemos que sea solo eso!).

Aquí también tocamos la historia en un recorrido emocionante y admirable!!!

Te invito a ver un breve Video:

4.-EL TEMPLO DEL CIELO.

Por la tarde vamos a este templo que era el lugar donde los emperadores ofrecían sus sacrificios al cielo para rogar por buenas cosechas en febrero. 

Vamos caminando y todo es azul, por evocación al cielo.

Nos cuenta la Guía que si bien es un país ateo hay libertad de culto mientras no exista injerencia extranjera ni proselitismo religioso. Las religiones principales son el Confucionismo, el Tao y el Budismo. Los obispos católicos eran nombrados por el Gobierno Chino hasta un acuerdo de coordinación hoy vigente. Hay minorías cristianas en el sur (Macao, colonia portuguesa), a la que pertenecen la mayoría de los chinos emigrantes a Argentina. Hay millones de musulmanes en el oeste y quedan unos pocos judíos

En uno de los pabellones se preparaba a los animales que iban a ser sacrificados. En la ceremonia había música y danzas. El emperador debía purificarse tres días antes con abstención de comida, bebida y sexo. 

Todo está en un enorme predio con jardines, caminos, escalinatas y varios pabellones que exhiben elementos de las ceremonias. El templo ceremonial es de madera con tres pisos, 28 columnas interiores y nueve escaleras. Hoy concurren al lugar gran cantidad de jóvenes, algunos con vestimentas tradicionales, que se toman fotos. 

Te invito a ver un breve Video:

5.-ALGUNAS TRADICIONES.

Luego del Templo vamos a un local del Te.

En el mismo venden todo tipo de vajilla para prepararlo y servirlo. También infinidad de clases de distintos tes.

Después nos hace pasar a una sala y tiene lugar la tradicional ceremonia del té, que es de origen chino y que, como muchas cosas, fue luego copiada, desarrollada y difundida por los japoneses.

Nos atiende un chino que habla muy buen español y nos cuenta que la ceremonia del té se practica para fomentar la armonía en la humanidad, promover la armonía con la naturaleza, disciplinar la mente, calmar el corazón, y alcanzar la pureza de la iluminación. 

Nos aclara, sobre el nombre de la infusión, que en mandarín y cantonés se pronuncia “cha” y con ese nombre llegó a los países que importaban originalmente el té por tierra, a través de la Ruta de la Seda. En cambio, como en el dialecto costero de Fujian, la palabra se pronuncia “te”, los comerciantes holandeses del siglo XVII lo compraban para llevarlo a Europa con esa pronunciación. 

Nos explica, bajo la atenta mirada de Lluvia, que se pueden probar varias clases de te: verde con ginseng, con jazmín, rojo con rosas, negro (que se añeja), uno con leche y otro con frutas secas.

Luego practica la ceremonia eligiendo un tipo de té, calentando el agua y practicando la infusión que se sirve en un recipiente pequeño, sin asa, y sin azúcar. Primero tenemos que olerlo y luego tomarlo. Lo probamos y está bueno.

Por la noche, nos agasajan con un plato típico de Beijing: el pato laqueado, en un procedimiento a la vista del público.

El pato se troza y luego se lleva a la mesa para ser comido con varios complementos. Muy rico.

Bueno, fue la última cena en Beijing luego de un par de jornadas completas e inolvidables.

Salimos a caminar por el centro como despedida y todo era luminoso!!!

Mañana salimos para Shanghai a seguir con la aventura.

Nota: Podés encontrar los otros relatos del mismo viaje, otros viajes, cuentos, reflexiones y crónicas en este mismo blog