En Tokio, la ciudad más poblada del mundo (4/7).

 

-La ciudad está muy limpia pero no veo dónde puedo tirar este envase de gaseosa, no hay tachos, dice Lucía.

-Guárdelo hasta llegar al hotel y lo tira en el basurero de su habitación, contesta Mina.

-¡Caramba!.

-Ocurre que hubo hace años un atentado terrorista con bombas de gas sarín en tachos del subte y entonces se prohibieron en toda la ciudad, aclara Mina.

1.-EN EL BARRIO DE SHIBUYA

Ya estamos en Tokio, a donde llegamos ayer a la tarde luego de un vuelo de tres horas desde Shanghái.

Ayer no pudimos hacer mucho porque llegamos a la noche y cenamos en el hotel.

Hoy, nos vino a buscar nuestra nueva guía, Mina, que es una mujer de mediana edad, muy seria y responsable y que habla muy bien español.

Trae un plano de la ciudad y nos muestra nuestro plan  de hoy.

Salimos del hotel y nos ponemos a caminar por primera vez en Tokio. Es pleno invierno, hace frío, el día está nublado y lluvioso, pero nada nos detendrá.

Estamos en el barrio de Shibuya, que es muy céntrico y las calles son muy raras. No hay "calle, cielo y vereda" como estamos acostumbrados, sino una serie de rampas, pasadizos, entrada y salida de edificios, autopistas, vías de subte y de tren, que pasan por todos lados.  Es un paisaje que parece el de Ciudad Gótica.

Después de un par de cuadras subimos al subte, que es la mejor forma de recorrer rápido y barato la ciudad de Tokio. Tiene miles de líneas y de combinaciones. Se pasa el ticket al entrar y luego al salir y te descuentan automáticamente cada viaje. 

Hay rampas que impiden los suicidios (se suicidan 80 personas por día, nos cuenta Mina).

2.-EL SANTUARIO DEL EMPERADOR MEIJI. 

Luego de un breve recorrido llegamos al Santuario Meiji, que está al oeste del centro de Tokio y fue construido en 1920 tras la muerte del emperador Matsuhito. 

Éste terminó con el feudalismo de los Samurais e hizo de Japón un estado moderno siguiendo al modelo europeo con una constitución republicana, educación pública, ejército, industria, ferrocarriles y apertura al mundo, pero manteniendo las tradiciones nacionales.  

El santuario responde a la religión sintoísta que considera que en todas las expresiones de la naturaleza hay un “kami” o espíritu protector. Hay que pasar debajo de varias puertas o "toriis", que son de madera, generalmente color rojo-naranja. Corresponde hacerles una reverencia y la hacemos. 

Mientras caminamos vemos paredes de barriles a los costados.

Nos dice Mina que son de Sake, que es el vino de arroz japonés, y de vino, donados por bodegas a los santuarios. El sake suele beberse como parte de rituales de purificación sintoísta. Durante la Segunda Guerra Mundial los pilotos Kamikase bebían sake antes de llevar a cabo sus misiones. Hoy en día se abren barriles de sake durante festivales y ceremonias sintoístas o luego de victorias deportivas. También hay barriles de vino de uva de bodegas francesas.

Los fieles que van a rezar deben antes lavarse afuera antes de acercarse al lugar sagrado. Nosotros también lo hacemos por respeto.

Ya dentro del templo, se debe arrojar una moneda, después hacer dos reverencias y chocar dos palmas. El ruido es para despertar al dios. Luego se debe pedir el deseo y mencionar el propio nombre y domicilio para que el dios sepa a quién dar el favor. 

Durante nuestra visita se estaba por desarrollar una boda y pudimos ver el solemne paso del cortejo con novios, padrinos, familiares y sacerdotes. 

Video: Te invito a ver un breve video sobre la procesión en el Santuario:

3.-PECULIARIDADES URBANAS.

A la salida tenemos nuestra primera experiencia de baños públicos, donde, al igual que en el hotel, están limpios y tienen inodoros auto limpiantes con tapa calefaccionada, bidet con chorro para adelante y para atrás, graduación de presión de agua,  y música para tapar los ruidos corporales.

Nos cuentan que antes tenía también un secador, pero que el apuro de los japoneses lo eliminó y prefirieron secarse con papel.

Una belleza. Son todos de marca "Toto" (que debe tener el monopolio).

(Pensamos en los 120 millones de colas limpias en estas islas y nos da risa)

También tuvimos nuestra primera experiencia con las máquinas expendedoras. Están en todos lados, proveen de bebidas frías y calientes, de café, de sopa y de helados. Funcionan con monedas o tarjetas de crédito. Una maravilla.

Posteriormente, cuando quise prender un cigarrillo al aire libre, Mina me lo prohibió. Me dijo que no se puede fumar en ningún lugar de la ciudad salvo en los sitios expresamente señalados para ello. Me manda a uno cerca del Santuario.

(¡Qué distinto a China! donde todo el mundo fumaba en todos lados).

Vamos a tomar un café y notamos que nuestros abrigos y mochilas no pueden quedar en una silla sino que nos traen unas cajas grandes para que los depositemos allí. Tremendo el sentido del orden.

4.-PASEANDO POR BARRIOS MOVIDOS.

Luego un nuevo subte y nos vamos al barrio de Shinjuku, que es muy movido y muy posmoderno.

Caminamos por la calle Takleshita que es la mas transitada.

 

Nos llama la atención la decoración de los locales, con personajes del Animé japonés, tomados de sus revistas o comics, las Maras. También grandes locales con video juegos llenos de jóvenes.

Video: Te invito a ver un breve video del negocio de disfraces.

También vemos jóvenes vestidas de "Cosplay", esa técnica que consiste en disfrazarse de personajes del Animé, imitarlos e, incluso, tenerles devoción.

Junto a ellas también hay algunos monjes budistas pidiendo ofrendas.

¡Los dos extremos se dan la mano en estas calles!

La mayoría de los locales están decorados con estos estilos posmodernos y la gente es amable y nos saluda al vernos como paseantes occidentales.

Aprovechamos para entrar en un local a hacer algunas compras. Nos sorprende que la ropa se tira dentro de un recipiente de una máquina y automáticamente se escanea y sale el precio. Increíble!!!

A mediodía nos vamos a comer sushi. Venimos pensando en este plato desde China, donde en general comimos mal y ahora, en Japón, pensamos en darnos un banquete.

Lamentablemente, el sushi japonés no es como el nuestro (que viene de la fusión japonesa-peruana), sino que es muy básico y consiste en arroz, algas y pescado crudo. ¡Incomible!

 

5.-EL MAYOR CRUCE PEATONAL DEL MUNDO. 

Por la tarde vamos al cruce peatonal de Shibuya que tiene cinco sendas peatonales que se chocan en el medio y el récord de ser cruzado un día por 2,4 millones de personas.

La vista de día es potente.

En un extremo, se encuentra la estatua del perro Hachiko, que esperó a su amo, un profesor, en ese cruce por nueve años sin saber que había muerto según testimonios de sus ex alumnos. Eso paso en 1920 y en el año 1934 se le hizo la estatua como símbolo de la fidelidad. En el año 2009 se hizo una película sobre el caso. 

Nos impresionó tanto que volvemos al cruce mas tarde. 

Es sábado a las 19,30 hs, a pesar del frío invierno, de la oscuridad y de la lluvia nada impide la intensidad peatonal en un conglomerado urbano de 37 millones de habitantes, la más poblada del mundo. Un espectáculo digno de verse!!!

Video: Te invito a ver un breve video sobre el cruce peatonal mas grande del Mundo:

6.-LA NOCHE DE TOKIO.

Seguimos paseando por calles muy iluminadas y adornadas. Son hermosas. 

 

También subiendo y bajando escaleras y pasadizos peatonales en un laberinto urbano.

Ahora estamos en el distrito de Yurakucho, en el barrio de Hibiya, donde están los cines.

Detrás de un edificio vemos la cabeza de "Godzilla" que nos vigila. Es un monstruo, entre ballena y gorila que forma parte de la cultura japonesa desde una película de terror del año 1954. 

 

Seguimos caminando y ahora estamos en el barrio de Kabukicho en la plaza Cine city y vemos jovencitas con carteles invitando a concurrir a bares sexis. 

Mas adelante otros adolescentes están tirados en la calle a pesar del frío, la lluvia y la noche. Nos cuenta Mina, nuestra guía, que son los “Toyokokids”, o sea jóvenes escapados de sus casas y que viven en la calle en un mundo de drogas y prostitución sin que se pueda hacer mucho para ayudarlos. Lamentable!!!

Bueno, ahora a dormir, hemos tenido en un solo día una inmersión en la tradición, en la modernidad y en la posmodernidad japonesa. Impactantes!

7.-KAMAKURA Y SU BUDA GIGANTE.

Al día siguiente nos vamos con la guía en tren hasta Kamakura, una ciudad que está a 50kms al sur oeste de Tokio. La ciudad de Kamakura fue la sede del primer gobierno feudal del Japón instalado en el año 1192 donde nació la clase de los “shogunes” o señores feudales que, asistidos por los samurais,  dominaron el país hasta 1868. Al estar rodeada de montañas y sobre el mar era difícil de tomar para sus enemigos. Fue también un gran centro espiritual del budismo zen y en el año 1252 se esculpe la estatua gigante de Buda Daibutsu en bronce que está en el Templo Kotokuin.

 

Nos cuenta Mina que hoy Kamakura es un pueblo de provincia sobre el mar donde se acude a hacer surf. Por su cercanía con Tokio y contacto con la naturaleza es una ciudad bohemia residencia de artistas, de cineastas, como Kurosawa, y de escritores como el premio Nobel Kababata 

Las orejas del Buda son grandes para escuchar los deseos. En la visita se observa, junto a la estatua un incienciario para las ofrendas y, en el pabellón del costado, un par de sandalias que unos escolares le regalaron a Buda para que descanse de su postura y camine. 

Además se puede entrar dentro de la estatua y ver su elaborado trabajo en bronce extraído de monedas chinas. Al salir se escuchan cantos de monjes budistas. Una gran experiencia cultural y espiritual!!!

8.-EL DIOS DE LA LONGEVIDAD.

Luego se camina por la calle Komachi Dori y se llega al Santuario "Isurugaoka Hachimangu", destinado al dios de la Guerra. 

En su entrada tiene a los típicos guerreros monstruos que inspiran respeto a los visitantes.

A los costados se pueden comprar los típicos papelitos de la fortuna. Si es buena, guardas el papel. Si es mala lo dejás en un muro para sacarte de encima la mala suerte.

Muy cerca de allí está el templo dedicado a “Jorojuin”, el dios de la longevidad. 

Es uno de los siete dioses de la fortuna de Japón, inspirado en el dios chino Shou Xing. 

Su aspecto es de un anciano con cara de niño y barba. Luce un manto largo y lleva un caduceo y un durazno en las manos. Esta acompañado generalmente por una grulla o un ciervo. 

Dentro de un tabernáculo se esconde una hermosa escultura del dios hecha en una sola pieza de madera de olmo en el año 1385. 

Nos cuenta Mina que la longevidad es un tema muy presente en Japon, el país mas longevo del mundo. Una de sus islas, Okinawa, es una de las “zonas azules” con miles de centenarios que cumplen en forma natural cuatro reglas: a) alimentación sana;  b) movimiento físico; c) gran socialización; y d) un propósito de vida. En el resto del país los ancianos son venerados pero suelen estar muy solos. El gobierno creó un “Ministerio de la Soledad” para censarlos, cuidarlos y socializarlos y sobre todo para prevenir los suicidios.

9.-EN UN BAR DE ROBOTS.

De vuelta a Tokio, por la noche, vamos a visitar al bar “Peper Parlor”. Es atendido por robots en la recepción con ayuda humana. Luego te conducen a tu mesa donde hay un robot a tu disposición para atenderte. Tu robot puede bailar la música que le propongas, conversar y jugar a preguntas y respuestas. Las bebidas y comidas son traídas por un robot rodante con forma de bandeja. En el escenario ocho robots cantan y se mueven al ritmo de la música de dos DJ humanos. La comunicación es difícil para extranjeros pero los humanos nos ayudan en todo. Un viaje a un futuro cercano!!!

Video: Te invito a ver un breve video sobre el baile de los robots:

Ya cansados caminamos hacia el hotel en una ciudad siempre iluminada y que nunca duerme

10.-HACIA LA BAHÍA DE TOKIO

Al dia siguiente nos vamos para el barrio de Odaiba, que bordea a la Bahía de Tokio.

Tenemos que tomar, primero, dos subtes.

Luego tomamos un monorriel.

Las vistas son hermosas, porque está elevado y, además, es totalmente automático y no tiene conductor por lo que podemos sentarnos en la cabecera.

Los vagones se desplazan sobre un único riel magnético. Las vistas de la Bahía son muy buenas. 

Al llegar a Odaiba estamos, por fín, viendo la luz del sol en un gran espacio abierto que da a la Bahía. Hay una gran explanada entre museos, galerías, hoteles, y grandes edificios gubernamentales y privados. 

Nos sorprende la presencia de una Estatua de la Libertad.

 

Nos cuenta Mina que fue una donación francesa y que no tiene nada que ver con los norteamericanto. Es hermosa.

11.-UNA EXPERIENCIA INMERSIVA. 

Seguimos caminando y llegados al Museo “Team Lab” para una experiencia inmersiva. 

Al ingresar hay que descalzarse, arremangarse los pantalones y guardar todo en un locker, salvo el celular. 

Luego se van transitando descalzos, en penumbras y en silencio distintos espacios. El primero con flores colgantes y espejos, luego uno con arena y esferas espejadas. Luego uno de luces led y música. Después uno de bolas gigantes para abrazar. Le sigue un sendero con diversas texturas para los pies descalzos. Luego un estanque de agua caliente donde se dibujan peces de colores. Finalmente un salón de piso espejado para contemplar acostado las luces de colores que dan una experiencia especial.

 

El recorrido dura cerca de una hora. 

Al salir sentimos que hemos hecho un viaje exterior, al espacio infinito, e interior, a las propias energías corporales. Una experiencia recomendable!!!!

12.-EL ROBOT GIGANTE.

Almorzamos en en shopping y, al salir, y en la puerta vemos a Gundam, un robot gigante de casi 20 metros de altura que es un personaje de los animés japoneses. 

Nos sentimos en el centro del mundo tecnológico!!!

13.- EL MUSEO DE LA INNOVACION. 

Seguimos caminando por la zona hasta el "Museo Miraica de Ciencias Emergentes e Innovación”, 

Adentro se destacan los diversos tipos de robots de compañía como bebes, perros y otros animales que interactúan con el público. 

También hay colgando un inmenso globo terráqueo donde se proyectan videos. Hay varias salas sobre tecnologías y transportes. 

En el piso superior hay una sala destinada a recrear la plataforma espacial y se lo ve en vivo al astronauta japonés como si fuera un “gran hermano”. 

Además hay una sala destinada a conocer y a tomar conciencia sobre la longevidad. En la misma hay un juego interactivo: frente a una pantalla, que representa el camino hacia el supermercado, se debe arrastrar un carrito con pesas en las piernas como si se tratara de una persona mayor. Es un gran esfuerzo para cualquiera!!

14.-CAFES TOCANDO  ANIMALES. 

Volvemos al centro. El día anterior habíamos visto en nuestro recorrido cafés con perros, con gatos, con nutrias y hasta con puerco espines.

Nos entusiasmó y al atardecer fuimos con Vicky al “Mocha Cafe Cat”. 

Es un lugar donde acuden las personas que quieren tocar gatos mientras toman algo, generalmente son adolescentes y parejitas. Hay reglas que prohíben alzarlos, correrlos o darles comida humana. 

Se ingresa y se reemplazan los zapatos por chinelas. También se dejan los abrigos en un locker porque hace bastante calor adentro. Luego uno contrata un tiempo de estancia (nosotros media hora). 

La bebida consiste en diversas clases de cafe o gaseosas, es libre y esta en expendedores mecánicos. El ambiente es de silencio, respeto y con suave música de fondo. El café tiene dos plantas, cómodos sillones, libros y cálida decoración. Los gatos son muy lindos, gordos y lanudos. Hay plumerillos para atraerlos. Están algo huraños porque tienen hambre. Saltan sobre las mesas y huyen por huecos en las paredes. Son como diez gatos. Ahora les dan de comer y luego les mejora el humor. 

Una gran experiencia felina y bien posmoderna!!!

15.-UN SHOW CALLEJERO. 

Salimos del café y caminamos un poco por el barrio de Shibuya

Muy cerca de las cinco peatonales que se chocan, vemos jóvenes con disfraces de cosplay interpretan un gracioso animé. 

Video: Te invito a ver un breve video sobre el show callejero:

¡Una forma muy divertida de terminar la noche!

Mañana nos espera un cambio de hotel y el inicio de una excursión en grupo. 

Veremos qué pasa. 

Nota: Podés encontrar los otros relatos del mismo viaje, otros viajes, cuentos, reflexiones y crónicas en este mismo blog