Ternura
Dos al amanecer
No es de día ni de noche. Todo está en silencio. Apenas alguna calandria lo interrumpe de vez en cuando. Falta una hora para que el reloj marque el comienzo de las actividades. El inicio de otra jornada de trabajo con sus corridas, imprevistos y sobresaltos.
Mi mente está en blanco y no puedo recordar lo que estuve soñando hasta recién.
Me doy vuelta en la cama y busco
tu cuerpo.
Muy despacio te empiezo a abrazar. Siento la tibieza y la suavidad de tu piel. La paz de tu reposo. Me gustaría poseerte ahora pero no quiero despertarte. Ya llegará el momento. Vos sentís mi movimiento y, a pesar de estar dormida, te acomodas con ternura entre mis brazos.
Muy despacio te empiezo a abrazar. Siento la tibieza y la suavidad de tu piel. La paz de tu reposo. Me gustaría poseerte ahora pero no quiero despertarte. Ya llegará el momento. Vos sentís mi movimiento y, a pesar de estar dormida, te acomodas con ternura entre mis brazos.
Ahora que estamos abrazados siento
que vamos a soñar el mismo sueño. Que entramos en un estado donde nuestros
cuerpos y almas van a dialogar en silencio y a sentirse como si fuéramos una
sola persona.
La ternura de apodera de mi y, sintiéndome feliz, poco a poco me vuelvo a dormir.
La ternura de apodera de mi y, sintiéndome feliz, poco a poco me vuelvo a dormir.
Muy lindo y tierno Eduardo!!
ResponderEliminarMuchas gracias
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